La guerra civil española pilló a Manuel Otero Martínez del lado republicano en Santander, donde fue apresado. Sobrevivió, curó sus heridas de guerra -algunos apuntan que luchó en la batalla de Brunete- y este sencillo y desconocido héroe gallego, nacido en Serra de Outes (A Coruña) el 29 de abril de 1916, dio el salto al sueño americano. Entró en EE UU por Hawai y se desplazó a Nueva York. Allí no correría la misma suerte.

Dos años después de emigrar se alistó voluntario en el ejercitó para conseguir la nacionalidad. Y tres días después, Japón bombardeó Pearl Harbour y su destino acabaría truncado en la playa de Omaha, tras el famoso desembarco de Normandía. Fue el único español que perdió su vida en una de las operaciones más recordadas de la Segunda Guerra Mundial. Tenía 28 años.

De hecho, Manuel Otero podría haber sido uno de los protagonistas del célebre filme de Steven Spielberg, "Salvar al Soldado Ryan", al ser uno de los primeros en subir a bordo de un una barcaza. Había sido asignado al 16º Regimiento de la primera División de Infantería, la famosa "Big Red One", destinada a desembarcar en el conocido sector Doc Green.

El cementerio de San Xoán de Sabardes, en O Freixo (Serra de Oures) honró ayer la memoria de Manuel Otero, el único español fallecido el "Día D" y precisamente cuando se cumplían 70 años. La memoria, hasta ahora desconocida, de este soldado salió a la luz. Después de cuatro años enterrado en un panteón en Normandía (cementerio estadounidense en Colleville-sur-Mer), su familia lo reclamó y fue en 1948 cuando sus restos fueron repatriados a Galicia. Algunos mayores del lugar aún recuerdan aquel momento, cuando llegó en un baúl de zinc, transformado en caja mortuoria.

El cuerpo de Manuel Otero, a quien se le concedió la medalla póstuma del Corazón Púrpura fue despedido con honores en Galicia, con soldados americanos y disparos al cielo. Esa condecoración es conservada aún por Rosa, la única hermana viva de Manuel que reside en Italia y no pudo asistir al homenaje a sus 83 años.

Ayer setenta años después, de la muerte de Otero, sus parientes ponían en la casa familiar la primera piedra de un hotel que se llamará "Normandía" y donde dedicarán un espacio a su memoria, según testigos presenciales.

¿Cómo surgió el recuerdo de este héroe anónimo? Todo comenzó hace ocho meses, cuando una sobrina de Manuel Otero -de nombre Gema Martínez- se puso en contacto con el Museo Militar de A Coruña solicitando información sobre su tío, según confirma Manuel Arenas, presidente de la Asociación de Amigos del Museo Militar de A Coruña y la Asociación Histórico Cultural "The Royal Green Jackets". Empezó una investigación, a través del número identificativo de la placa del baúl, pesquisa que obtuvo una conclusión: Manuel Otero era el primer gallego, y también español, fallecido en el Desembarco de Normandía.

Además, una de las hermanas del homenajeado escribió en un diario todos los recuerdos que guardaba de ese fatídico día, a través de cartas, y de sus primeros años de niñez juntos, lo que se aporta como uno de los testimonios más fidedignos, según la agencia Efe. La Asociación de Amigos del Museo Histórico Militar organiza la exposición "La liberación de Europa", en la que dedica un monográfico a Manuel Otero, además de incluir fotografías, documentos y objetos del "soldado Ryan" gallego.