Guillermo Fesser fue uno de los pioneros en utilizar el sentido del humor como arma en la programación radiofónica en España. Tras muchos años bajo el paraguas de Gomaespuma dio el salto al cine como guionista y director de "Cándida". Actualmente reside en Estados Unidos pero sigue colaborando con medios de comunicación españoles. Acaba de publicar el tercer título de la saga infantil protagonizada por Anizeto Calzeta y Ruedas, una niña en silla de ruedas, editado por Alfaguara.

- ¿Se puede enseñar a los niños a afrontar la vida con humor? ¿Es algo que desde la educación escolar y familiar se hace poco?

-Aprender a ser gracioso es complicado, pero tener sentido de humor está al alcance de todas las personas. Consiste en tener la capacidad de reírse de uno mismo, de quitarse importancia hasta hacerse igual de pequeño que el más pequeño de los presentes, para que todo el mundo se sienta a gusto. Y, cuando los que te rodean se sienten bien ... a ti te va de maravilla. Si enseñamos esa actitud ante la vida a los niños en la escuela y en el hogar serán más felices y le haremos a este país una verdadera actualización 5.0. Con sentido de humor uno tiende a alegrarse de que le vaya bien al vecino y eso terminaría con el mal endémico de España (la envidia).

-¿Está la sociedad actual aún pez sobre cómo tratar a las personas con diversidad funcional?

-El ser humano en general no es un lobo para el hombre, sino un osezno. La mayoría de la gente tiene buenas intenciones y las meteduras de pata las hace por desconocimiento. Esto ocurre todos los días cuando nos relacionamos con la gente que funciona de un modo diverso al nuestro. Necesitamos urgentemente un manual de instrucciones para saber cómo relacionarnos con ellos y evitar tensiones innecesarias. Aprender que a un tartamudo no se le termina la frase, se espera uno a que la termine él; que a un tetrapléjico se le da la mano, porque él no puede pero espera que nosotros seamos educados y sí lo hagamos; o que sólo se ayuda a cruzar la calle a un ciego que quiera cruzar la calle. Pequeños detalles que le quitarían tension al día a día y nos ayudarían a todos a no darle tanta importancia a las diferencias físicas y centrarnos en la parte interesante de las personas.

- ¿Es diferente en EE UU, donde reside actualmente?

-Ser distinto es difícil en cualquier parte del mundo. Pero es cierto que en grandes áreas de Estados Unidos ha habido una lucha por la integración desde hace tiempo y se han conseguido grandes avances. Aquí han empezado a cambiar el concepto de la caridad (pobrecito cojo) que te dura un ratito pero en cuanto dejas de ver al cojo se te olvida, por el concepto de la justicia (todo el mundo tiene derecho a ir a la universidad, y si la gente que va en silla no cabe por las puertas del aula de la facultad de Medicina, habrá que cambiar la ley para que les obliguen a poner una puerta más ancha), que es un concepto que todo el mundo entiende y todo el mundo apoya todo el rato.

-- ¿Cómo nació Anizeto Calzeta?

-Estaba escribiendo el primer libro del detective Anizeto Calzeta cuando conocí a Javier Romañach, un activista en derechos humanos que va en silla de ruedas. Me dijo: "¿Sabes cúal es la diferencia entre tú y yo? Pues que tú eres Guillermo, el periodista y yo, que soy ingeniero informático, soy Javier, el de la silla." Caí en la cuenta de que el adjetivo discapacitado define a una persona por lo que no es capaz de hacer. O sea, ¿por qué Javier es el que no puede andar y no soy el que no puede volar? Pensé que necesitábamos un cambio de mentalidad y que el cuento infantil me brindaba una oportunidad magnífica para educar a los niños en la integración. Luego me acordé del hijo de unos amigos, Dani Stix, que iba en silla pero jugaba al baloncesto, escalaba con nosotros montañas, sonreía a menudo? y decidí basarme en él para crear el personaje de Ruedas, la niña que ayuda al detective a resolver los casos.

-¿El formato interactivo del libro es una forma de enganchar a leer a los niños de hoy?

-Los niños han nacido en la cultura de la imagen y no se identifican con el libro; lo ven como algo aburrido. Pero no es así. La lectura sigue siendo una fuente de entretenimiento maravillosa. Lo que hago es utilizar un truquillo para acercarles al mundo de la lectura. Anizeto Calzeta lleva la aplicación gratuita clic2c, que hace que las ilustraciones del libro se conviertan en videos, canciones o acertijos acercando el móvil a sus páginas. De este modo los niños se familiarizan con los personajes, les cogen cariño y les entran ganas de leer su aventuras. Funciona de maravilla.

-¿Está inmerso en algún proyecto de otro tipo, cine o televisión?

-He convertido las aventuras de Anizeto y Ruedas en un modesto espectáculo musical que estrenamos en la pasada Feria del Libro de Madrid protagonizado por el gran mago Kayto. La idea es seguir haciéndolo en otras ciudades, pero trabajo en un guión cinematográfico con un montón de canciones y de números de magia, porque con la película podrán disfrutar muchos más niños y podremos llevar la idea de la integración a muchos más lugares.