Temperaturas de hasta 30 grados en Pontevedra -32 en Ourense- y 28 grados en Vigo adelantaron un mini-verano en el sur de Galicia, que arrancó ayer y se extenderá hasta el domingo. Las máximas del mercurio, más propias del estío, continuarán hoy con 32 grados en Ourense, 28 en Pontevedra y 27 en Vigo, según las predicciones de MeteoGalicia.
Sin embargo, A Coruña y Santiago de Compostela, con 24 grados y Ferrol y Lugo, con 22, registrarán un viernes más templado.
Según el meteorólogo de MeteoGalicia Lino Naranjo, estas altas temperaturas están motivadas por la suma de dos factores: un anticiclón que se sitúa al norte de la Península y aire de componente Este, que permite la entrada de una masa de aire cálido desde el sur a Galicia. La razón de que las temperaturas sean más suaves en el norte está en el viento que sopla más intensamente en la costa de A Coruña.
También se registra un aumento moderado de las mínimas. Las temperaturas continuarán altas durante la jornada del sábado, con 28 grados en Pontevedra y Vigo; que subirán hasta los 30 en Ourense y que supone una máxima que en el resto de la comunidad podría sobrepasar los 24 grados, debido a que el anticiclón continuará influyendo sobre toda Galicia. Así, las mínimas se moverán entre los 16 grados en Vigo y los 7 en Lugo.
Pero un nuevo cambio radical del tiempo acecha a la vuelta de la esquina. Siguiendo las predicciones estimadas en Galicia, el "veranillo" del sur gallego tocará a su fin el domingo.
Desde entonces y "al disminuir los vientos, entrará la brisa costera", según Lino Naranjo. Y a consecuencia de esta situación, se vivirá un "sistema de borrascas desde el norte". Si las predicciones no fallan, la próxima semana -incluso ya desde la noche del domingo- se vivirá una situación primaveral, más propia del arranque de la estación y marcada por la inestabilidad.
Entre 8 y 10 grados menos
Tanto es así que el cambio térmico podría traducirse entre unos 8 o incluso 10 grados menos que esta semana.
Los 29 grados registrados en Vigo ayer, en pleno mes de mayo, no son extraños aunque tampoco habituales. Volviendo a los históricos de meteorología, hay que remontarse al mes de mayo de 2012 para encontrar un día con una temperatura máxima de 27,9 grados.
