El mal uso de las nuevas tecnologías entre los menores es una problemática al alza. Y un buen ejemplo de ello es que la Guardia Civil ha detectado en lo que va de año en la provincia de Pontevedra cuatro casos de sexting en los que tanto los responsables de la difusión de las fotografías íntimas como las víctimas no habían alcanzado la mayoría de edad. Una de estas investigaciones se desarrolló en la zona de Vigo y en otra de ellas la niña perjudicada por la distribución de las imágenes, vecina de la comarca pontevedresa, tenía solo 12 años. Los expertos alertan de que estos casos se han disparado desde que empezaron a generalizarse los teléfonos móviles de última generación, de uso muy extendido entre los adolescentes y a través de los que pueden acceder a las redes sociales o a servicios de mensajería muy populares como el WhatsApp.

"Cada vez se incrementa más la incidencia de este tipo de casos; desde que se introdujo internet en la telefonía móvil se han disparado porque hay muchos menores con estos dispositivos", afirma Gonzalo Sotelo, responsable de la Unidad de Delitos Tecnológicos de la Guardia Civil de Pontevedra. Este especialista -que remarca que la clave para poner solución a esta problemática está en la "educación" tanto dirigida a los adolescentes como a sus padres- participó ayer en las jornadas "La Ley del Menor: retos de intervención", celebradas en Vigo y organizadas por la Fundación Barrié y la Asociación Arela.

La unidad de la que es responsable investigó cuatro casos de sexting este año en los que las víctimas fueron otros tantos menores: un joven y tres chicas. Todos ellos consistieron en la difusión de fotos íntimas de los afectados sin el consentimiento de los mismos a través de WhatsApp. Las imágenes acabaron en los teléfonos de muchos de los compañeros de los centros escolares donde estudian las víctimas. En uno de los casos, la perjudicada tenía 12 años cuando se sacó las fotos íntimas y se las envió por teléfono a su novio. Esto ocurría hace dos años y la difusión indiscriminada y sin autorización de las imágenes se produjo este 2014. "El daño psicológico que se le produce a la víctima es muy grande; esta problemática es mucho más frecuente de lo que querríamos", alerta Gonzalo Sotelo, que señala que, al margen de los casos que les llegan a ellos, hay más que se se logran solucionar antes gracias a la labor que se realiza en los propios colegios e institutos. Este experto también advierte de que si bien hasta hace relativamente poco los menores eran las víctimas de este tipo de delitos, que solían cometer adultos, ahora también hay adolescentes que no han cumplido la mayoría de edad y que también "son sujetos activos de este ilícito penal".

Las jornadas celebradas ayer en Vigo no sólo abordaron los riesgos derivados de la mala utilización de las nuevas tecnologías entre menores. Ana Pérez, coordinadora del Área de Conflicto Social de Arela, señaló que otro tema que se trató es el de la violencia de los hijos cara a los padres. "Aumentó mucho", advierte esta especialista.