Con un currículo difícil de resumir y la "lupa" apuntando a la ría de Vigo desde 1984, el responsable del Grupo de Biogeoquímica Marina del Instituto de Investigaciones Marina (IIM) en Vigo, Ricardo Prego, se encuentra entre los científicos más productivos en el campo de la investigación marina de la península Ibérica, según los resultados de un estudio publicado en Journal of Sea Research. Ha firmado 103 papers, con 1.959 citas en revistas de impacto entre 1974-2012. "La verdad es que nunca me planteé tener un récord", aseguró ayer desde el IIM.

Ricardo Prego (A Coruña, 1955), profesor de investigación del CSIC, es el primero de Galicia en número de publicaciones y el tercero en España -después de Carlos Duarte, del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados y Joan Albaigés, del Centro de Investigación y Desarrollo "Josep Pascual Vila"-.

En suma, se trata de toda una referencia en la investigación de las rías gallegas, de las que estudia los aportes fluviales y marinos que reciben, su huella en el sedimento y la contaminación; y los intercambios biogeoquímicos tierra-océano. Pero este prolífico investigador científico que dice estar "satisfecho" recuerda a los compañeros y coatores de sus papers, sin los que "no hubiera sido posible".

Prego es doctor en Química por la Universidad de Santiago y desde 1984 desarrolla su carrera investigadora en el IIM de Vigo adscrito al departamento de Oceanografía. Su tesis, dirigida por Fernando Fraga (CSIC), versó sobre los ciclos biogeoquímicos del carbono, nitrógeno, fósforo y silicio en la ría de Vigo. "Lo que hicimos fue un balance sobre lo que recibe la ría y a dónde va", resume el experto que lo compara gráficamente con una caja. Uno de los lugares a los que más atención presta es la afluencia de agua dulce de un río cuando se une al mar. En el caso de Vigo esa ubicación sería la ensenada de San Simón.

Posteriormente, ha abordado esta ría, y su decadencia ambiental, desde diferentes perspectivas biogeoquímicas. "Fue algo parecido; un balance de la materia orgánica de lo que vertían las depuradoras y los ríos, de modo que podíamos saber qué impacto tenían los vertidos dentro del contexto general de toda la ría de Vigo". "Las conclusiones fueron que los aportes naturales son mucho más altos que los de las depuradoras, que tienen un impacto local por el tipo de materia orgánica", comenta.

¿La ría le gana a la depuradora? "Sí, pero eso no es una licencia libre. Eso solo quiere decir que si la ría de Vigo estuviera en el Mediterráneo sería un desastre, pero con el afloramiento, el impacto es mucho menor", aclara el experto. "La labor creativa de escribir investigación sobre Galicia supone un conocimiento de base para futuras investigaciones", reflexiona.

"En general, podemos afirmar que el conocimiento de nuestro entorno marino Ibérico ha ido creciendo con altibajos hasta nuestros días en los que, tal como ha expuesto Mario Bunge, premio Príncipe de Asturias en 1982, hemos llegado a una visión estrechamente economista del desarrollo, confundiendo ciencia con técnica, y política científica con política económica. El futuro está enmarcado en la Estrategia Europea Horizonte 2020; con o sin su financiación, España no debería olvidar de buscar un buen conocimiento y conservación de nuestro patrimonio costero", considera el científico del CSIC.

"En el cluster del Campus del Mar para la Gestión Integral de la Zona Costera, que he coordinado, sugerimos una atención especial al estudio de la vulnerabilidad de las zonas estuáricas en relación con alteraciones ambientales tanto de origen natural como antropogénico -las zonas internas de las rías en el caso de Galicia- y a la cuantificación, transporte y gestión de los contaminantes emergentes en las zonas costeras. Al ambiente están llegando nuevas sustancias cada día de las que desconocemos su impacto ambiental", destaca.