Sin duda, no se puede defender ni amar lo que se desconoce. En la cumbre de O Galiñeiro, tras pasar una ladera completa de piedras esparcidas de diferentes tamaños solo acariciadas por tojos atacantes, el monte afina en su recta final delimitado por caras enteras de roca pulida que invitan a la escalada con pies de gato. Una vez arriba, el sudor se torna frío con el viento cortante como si quisiera olvidar el esfuerzo hecho para centrase solo en el paisaje.

Desde allí, se comprende mejor a aquellos montañeros que buscan disfrutar del paisaje en soledad o hablar con el cielo como hizo Sechu López tras la muerte, el pasado mes de julio en el Himalaya, del alpinista Abel Alonso. No hay duda, desde lo más alto de O Galiñeiro, la vida se ve de otra forma.

El valor sentimiental del monte no es su único atractivo. En su geografía, acoge el conjunto de petroglifos con armas más grandes de Europa, fauna autóctona gallega como los caballos salvajes en peligro debido a la implantación del microchip o flora del país.

Hablar de la riqueza de O Galiñeiro requeriría una enciclopedia. Por ello, la Plataforma pola Protección da Serra do Galiñeiro ha convocado una nueva marcha pedestre para este fin de semana. Se espera que vuelva a ser un éxito como las de las cuatro ediciones anteriores, especialmente la de 2013 cuando más de 2.000 personas protestaron contra el proyecto de colocación de aerogeneradores en la sierra.

Para este año, las miles de voces que acudirán pedirán que Serra do Galiñeiro sea declarada Parque Natural con el fin de que cuente con la misma protección que ostentan lugares como las Fragas do Eume, la Serra do Invernadoiro, Corrubedo o el Monte Aloia, entre otros.

La marcha -de nivel medio -bajo, muy asequible- partirá el domingo día 11 de Coto de Erville donde se encuentra la Capela de Nosa Señora das Neves. Más información se puede encontrar en su blog o en la página Facebook de Plataforma Pola Protección da Serra do Galiñeiro.

Esta entidad no es la única que defiende el monte. Distintas personas a título individual lo hacen con distintas herramientas como un corto que se estrenará el próximo día 23 de mayo en la sede del Instituto de Estudos Miñoranos.

Su título es A Bolsa y busca -mostrando los lindos rincones de O Galiñeiro así como las imponentes vistas desde lejos- seguir de una bolsa de plástico común una vez abandonada al azar del viento.

La idea de esta obra parte de Pablo Casal, un vecino de Gondomar que meses atrás editó Didáctica da Serra do Galiñeiro, un libro con rutas explicativas para escolares y curiosos, aunque en la realización de la misma recibió la ayuda de Gondomar TV -un canal televisivo digital para la zona- y Ollomol Audiovisual.

En 13 minutos, con música del grupo 2uS, Pablo Carrera y Fernando Abreu, la pequeña pieza audiovisual sigue el recorrido de una bolsa abandonada en la Serra do Galiñeiro que baja por el curso de un río entre piedras y helechos a través de rápidos y pequeñas cataratas para parar en un remanso de agua donde un pescador la recupera.

El hombre, en lugar de tirarla, la guarda y decide reutilizarla para hacer la compra en el super de Gondomar o en Copena; como sombrero para protegerse de la lluvia nada más salir de casa; como patucos en la motocicleta para que las precipitaciones no lleguen al interior de los zapatos o para realizar un injerto en un árbol.

A lo largo de esta historia, se van viendo los riachuelos de O Galiñeiro, petroglifos, cuevas como la de A Becha que mucho tiempo atrás acogía el paso de un glaciar, restos de asentamientos primitivos de humanos, el merendero o el curro con sus caballos salvajes.

Explica Pablo Casal que el corto se ha grabado sin voz ni idioma para que pueda llegar a hogares de todos los países con el fin de concienciar de que no se deben echar bolsas al medioambiente y sí reutilizarlas.