Uno está acostumbrado a ver teatro, espectáculos circenses como "Eoloh", y música (rock, sinfónica, festivales indies?) pero la llegada de "The Hole" a Vigo supone la presentación de algo que no se sabe muy bien qué es. ¿Y qué es The Hole? ¿Música, teatro, vodevil, striptease, circo, monólogos de humor??

Pues sin categorizar, podríamos decir que por lo menos es una suerte de mojo picón para los espectadores, un espectáculo de humor picarón (¿irreverente?, bueno, tampoco nos pasemos, solo un poco) que va a hacer reír sin levantar suspicacias, desfilando por la cuerda de conceptos como el sexo, el amor, el sexo, la noche, y? sí, el sexo otra vez. En tiempos convulsos en que el humor cabalga la senda del peligro (ver todas y cada una de las salvajes portadas de la revista "Mongolia", un hito para el humor en el filo nacional), "The Hole" supone un show (producido por alguien tan mediático como Paco León) que no va a soliviantar conciencias ni abofetearlas, que no llega a la ofensa ni resulta vitriólico. Pero sí que vacila, se decanta por apostar por los placeres más carnales y reclama un sentido lúdico de la vida.

El teatro estaba lleno y el público era variopinto, porque mucha de la fuerza de "The Hole" es el misterio del "qué será". Al final, resulta un combinado de humor, números de circo y sets musicales, aderezados con números de striptease (el de la silla y la pintura, el más sensual, pese a consistir en un contraluz puro). La escenografía es potente, centrada en unos enormes labios rojos abiertos de par en par, flanqueados por una escalinata.

Equilibrios, cantantes a capella, números de cabaret picante, cuerpos desnudos, una rata enorme, tacones y nalgas. Música, canciones de Marilyn Manson y de Buggles, "Cuéntame" y "Blind". Y una Marilyn rellenita pero que vuela. Y un señor enseñando el pito, a veces. Hay de todo en "The Hole".

Y todo para mover a cierto asombro y sensación de sorpresa. Todo capitaneado y conducido por La Terremoto de Alcorcón. Ssu papel, y según fechas, se lo alternan la dama, Quequé y Alex O'Dogherty. Bien, no dudo del buen hacer de los caballeros pero creo que nos llevamos la mejor oferta posible. La Terremoto demostró en Vigo mucho "mojo", mucho donaire, una gracia personal desbordante y el salero que en YouTube o en un programa televisivo se intuye, sí, pero que sobre el escenario se expande como niebla carbónica y lo inunda todo.

Un espectáculo, evidentemente para adultos, que permanecerá en Vigo hasta el domingo.