La consejera catalana de Enseñanza, Irene Rigau, anunció ayer un recurso de casación ante el Tribunal Supremo contra los autos del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que obligan a impartir un 25% de las horas lectivas en castellano en cinco colegios.

Rigau asegura que presentarán batalla "hasta el último aliento" y no descarta recurrir al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Irene Rigau considera "inaplicable" la orden del TSJC, que ha rechazado los recursos de las escuelas y ha ratificado que el castellano debe ser idioma vehicular en una cuota del 25% si un alumno lo pide, sin que sea suficiente la enseñanza individualizada al estudiante en esa lengua.

"El modelo de escuela catalana es el que tiene la lengua catalana como referencia, y esto no quita que puedas usar cualquier otra, pero sin porcentajes", porque se trata de una "cuestión pedagógica", argumentó la consejera.