"Clemente es más vasco que la txapela (...), ¿No es vasco? (mueca de dolor y bochorno) ¡Qué disgusto se van a llevar en la familia!", logra pronunciar entre trago y trago de saliva Rafa, tras fallar ante su futuro suegro una prueba de fuego para demostrar su linaje vascongado. No le falta razón a Karra Elejalde -el padre del personaje de Clara Lago en Ocho apellidos vascos-, Clemente no es un apellido de raíz euskalduna. Diferentes recursos sobre heráldica indican que es uno de los apellidos surgidos en los primeros años de la Reconquista en las zonas de Castilla y Aragón. La raíz del nombre además deriva del nombre latino Clemens, el apacible.

Si en vez de mirar para el viejo póster del Athletic, Rafa hubiera pensado en el primer apellido más usado en toda España, García, y lo hubiera dicho, habría acertado, aunque el aita (papá) no añadiese más que peros. En su defensa, el joven podría presentar libros, investigaciones y estudios que aseguran que García nació en Euskalherría.

"Es un antiguo apellido de origen patronímico (nombre propio de un antecesor), derivado del antiguo nombre de García, siendo uno de los más difundidos en España y América. Menéndez Pidal escribió: 'El nombre vasco García es ya citado entre los años 789 a 791 en Castilla'", escribe el Instituto de Historia y Heráldica Familiar. La empresa surnames.org señala que procede de Hortza, Artza, Baarze o Hartze y que es oriundo de Iparralde, "lugar donde se aspira la h en un sonido parecido a la g".

Otros expertos apuntan que procede del idioma godo y que significaba "príncipe de vista agraciada". Hoy por hoy, es el apellido español más usado, el principal apellido vasco y también el que más se repite en la provincia de A Coruña, el cuarto en la lucense, el octavo en Ourense y el quinto en la pontevedresa, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

¿Pero cómo llegó un apellido, en teoría, de familias vascas, a imponerse? Historiadores explican que en el siglo VIII numerosos emigrantes vascos se establecieron en Asturias y León. Poco a poco, perdieron el contacto con la familia pero conservaron el nombre.

Con la invasión árabe, familias de Castilla, Aragón y País Vasco huyeron de su zona expandiendo el apellido o eligiéndolo. Lo que sí está claro es que no todas las casas de García proceden del mismo tronco ni tienen parentesco. Muchos nombres familiares se perdieron y muchos eligieron García.

Hoy en día, es el apellido más utilizado en Guipúzcoa, Álava y Biskaia, siguiéndole González, Fernández, Rodríguez, Pérez, López, Martínez y Sánchez, todos ellos patronímicos, derivados del nombre propio -normalmente- del padre y con el sufijo -ez. Así, González significa hijo de Gonzalo; Fernández, hijo de Gonzalo; Rodríguez, de Rodrigo, Pérez, de Pero o Pedro.

En Galicia, por provincias, el apellido que más se repite es García en A Coruña; López en Lugo, Rodríguez en Ourense y Pontevedra.