A las aulas y al ejercicio de la docencia se puede llegar por muchos motivos pero entre ellos no está el económico. Las declaraciones de la número 2 del Ministerio de Educación, Montserrat Gomendio, en las que afirmaba que "en España se ha invertido mucho dinero, pero no se ha invertido bien" y que "la mayor parte de la inversión se ha desviado a reducir la ratio alumno-profesor y a mejorar el salario de los profesores", supone más leña al fuego de un sector que echa chispas.

¿Ganan mucho los profesores españoles? Para contestar a esta pregunta es necesaria una matización inicial: los sueldos varían según las autonomías. Por delante, los de las comunidades con privilegios forales, como el País Vasco y Navarra. Los demás, muy parecido, aunque Asturias y Galicia tenían los sueldos docentes más bajos.

Los profesores españoles están en el grupo de cabeza en materia de sueldos entre los países de la Unión Europea. En 2010, y calculando en paridad de poder adquisitivo, un maestro español sin antigüedad cobraba unos 27.600 euros brutos anuales (datos oficiales de la OCDE), unos 5.000 euros más que la media de la UE, calculada en los datos de 21 países. La diferencia se reduce a unos 2.000 euros a la hora de valorar las estadísticas de sueldos con 15 años de antigüedad laboral. Los docentes de países como Italia, Francia, Suecia, Finlandia o Portugal ganan menos que los españoles en cualquier etapa de la carrera profesional. Sólo en los Estados Unidos, Alemania y Holanda cobran los nuevos maestros más que en España.

Desde 2010 los sueldos del profesorado español están congelados, la paga de diciembre de 2012 se fue al limbo y hay más carga lectiva.

Gomendio habla de que los sueldos de los profesores se llevan la mayor parte del presupuesto educativo. Es una obviedad, ocurre aquí y en todos los países. Otra cosa es el porcentaje, que tiene ver con los sueldos pero también con la inversión general en educación.

Según cifras de Eurostat (la oficina estadística de la Comisión Europea), el porcentaje del gasto educativo destinado en España a las nóminas subió del 66,6% al 68,5% entre 2006 y 2011, mientras que descendió, de media, en la UE.

La OCDE da por hecho que los docentes españoles están bien pagados y también da por hecho que esta circunstancia no parece mejorar los resultados de los alumnos a tenor de las pruebas internacionales.