Un pontevedrés de 68 años y con solo un pulmón en el que registraba un tumor maligno ha sido el primer paciente en el mundo tratado con radioterapia de alta precisión -para no afectar a más tejido que el estrictamente dañado- tras detener su respiración durante toda la intervención, de 200 hasta 300 minutos; es decir, hasta cinco horas.

La colaboración entre Oncología Radioterápica y Cirugía Cardíaca del hospital Meixoeiro del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) ha logrado este hito médico. Consiguieron evitar el movimiento respiratorio del paciente para aplicar la radiación de una forma más precisa, conectándolo a una máquina de circulación extra corpórea que mantuvo oxigenada su sangre. Esta nueva técnica pionera ideada en Vigo y realizada gracias a un equipo multidisciplinar ha logrado resolver con éxito un caso que no era operable de forma convencional.

Hace un mes y medio que el paciente terminó el tratamiento y evoluciona "estupendamente", según fuentes médicas. La irradiación durante una hora se realizó en tres sesiones, entre las cuales transcurrieron 48 horas, y las comprobaciones realizadas posteriormente arrojaron resultados satisfactorios.

Se trata de un método pensado para pacientes con una función pulmonar muy menguada y que no admiten cirugía ni ninguna otra técnica invasora, y a los que incluso la radioterapia convencional tampoco resulta aconsejable, por cuanto no es posible comprometer ni un milímetro más de tejido sano. "Pacientes con unas condiciones muy concretas a nivel general y con escasa oxigenación", explica el jefe de servicio de Oncología Radioterápica, el doctor Víctor Muñoz. "Son candidatas personas o con un pulmón solo, o con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, o pacientes que no pueden estar tumbados en los que se registra el tumor", matiza. De este tipo de casos podrían verse en Galicia uno cada dos meses.

Haz click para ver el gráfico ampliado

Mediante el procedimiento de parada respiratoria se consigue optimizar la precisión del tratamiento y así se preserva de radiación la práctica totalidad del tejido que no está afectado, recalca el Sergas. Pero para alumbrar esta técnica ha sido importante también la dotación tecnológica: el sistema de circulación extra corpórea portátil, tal y como reconoce el jefe de servicio de Cirugía Cardíaca, Gonzalo Pradas.

Esta máquina, también conocida como sistema de "resurrección" -popularmente- ha sido recientemente dotada en el Chuvi. Su uso se ha hecho famoso como milagroso ya que ha salvado la vida a más de trescientos españoles, tras sufrir un fallo severo de los pulmones o el corazón; también es usada para mantener las constantes del paciente tras un trasplante o bien para ayudar a su corazón durante una operación complicada. En esta técnica, el sistema es útil para oxigenar la sangre del paciente mientras se para su respiración.

Esta intervención pionera practicada en el Meixoeiro fue posible gracias a la participación de oncólogos radioterapeutas, cirujanos cardíacos, anestesistas, radiofísicos, cardiólogos, técnicos, enfermeros y personal auxiliar. "No entraña más riesgos necesariamente que una cirugía o radiología tradicional aunque es más difícil de realizar", reconoce Muñoz.

El avance será publicado en dos revistas médicas: "Regio", que edita el Grupo de investigaciones oncológicas y el Europeo, de Cirugía Torácica y Cardíaca. La técnica sería idónea también para el tratamiento de tumores afectados por el movimiento de diafragma.

Ahora quedará por testar que además es más valiosa -al permitir no radiar ninguna otra zona del pulmón o de otros órganos- que la cirugía convencional. Habrá que realizar más ensayos clínicos. "Hay que demostrar que es mejor, también comparando la evolución de pacientes similares operados con una u otra técnica", explicaron los responsables.