Emocionados tras la experiencia vivida y "con las pilas cargadas" se encontraban ayer los gallegos que acudieron el pasado domingo a la canonización en Roma de los papas Juan Pablo II y Juan XXIII.

Además de un grupo de 41 jóvenes que viajaron acompañados del sacerdote Alberto Montes, delegado de Pastoral Juvenil de la Diócesis Tui-Vigo, otros grupos de toda Galicia, de jóvenes y de mayores, no quisieron perderse este evento histórico.

Entre ellos se encuentran el matrimonio vigués formado por Carla Bartolomé y Pablo Pedrosa que se reunieron en Roma con las cinco hermanas de Carla - que residen en distintas ciudades de Europa- y sus padres, la ex ministra Isabel Tocino y José Manuel Bartolomé. "Ha sido una ocasión muy especial porque celebrábamos los 40 años de casados de mis padres y hemos conseguido reunirnos todos en Roma aunque sin nuestros hijos, porque era muy complicado", explica Carla, madre de seis hijos de entre 8 meses y 7 años.

Para esta familia la figura del Papa Juan Pablo II es especialmente querida. "Era el Papa de la Familia y desde muy pequeños nuestra madre nos enseñó a quererle, nos llevó a Madrid a verlo en el 82 y luego yo le he seguido en Sevilla, Toronto, Santiago... Además, tuvimos la buenísima suerte de poder conocerle cuando mis padres cumplieron 25 años de casados, que nos recibió en audiencia, así que era muy especial para nosotros estar aquí", relata la joven viguesa.

Los peregrinos aseguran que el ambiente en la Plaza de San Pedro fue "precioso; gente de todas las edades muy contenta y muy respetuosa". "Venimos reconfortados, felices y con las pilas cargadas", concluyen.