Tratamientos personalizados contra el sobrepeso -basados en la genética de la persona- o alimentos que sirvan como medicamentos para combatir enfermedades. Es el futuro que se le adivina a una disciplina tan emergente como esperanzadora: la nutrigenómica. Y uno de los interrogantes que se abre radica, precisamente, en si será definitiva en la lucha contra la obesidad.

El catedrático de nutrición y 'padre' de la Nutrigenómica, director del laboratorio de Nutrición y Genómica de la Universidad de Tufs, Boston, José María Ordovás, aseguró recientemente que "si personalizamos la alimentación, combatiremos enfermedades". "Bastará una muestra de sangre para tener un reflejo real de nuestra dieta", aseguró. También, que el sedentarismo cuenta casi más que una mala nutrición al disparar dolencias crónicas. "Hay decenas de genes relacionados con el aumento de peso, pero con educación se pueden domar y evitar esa obesidad. No hablo de riqueza sino de educación para impedir que esos genes se manifiesten. El estado de ánimo, estar a gusto con la vida, es también importante para luchar contra ese sobrepeso", explicó en una entrevista.

Por su parte, uno de los mayores especialistas en obesidad del mundo, Jeffrey Friedman, que descubrió la hormona que controla el apetito: la leptina. Sus tesis sobre por qué engordamos son siempre motivo de controversia. No todos los casos de obesidad deben tratarse, cree.

"Es una ciencia prometedora, con novedades muy importantes desde el punto de vista de la nutrición aunque aún está en pañales y las aplicaciones son muy relativas", asegura gráficamente el endocrino gallego Manuel Antonio Botana. El experto añade: "Aún estamos lejos de poder decir que una persona engorda por un motivo u otro, pero esta disciplina abre el futuro a tratamientos individualizados contra la obesidad".

Aunque en Galicia no se ha popularizado la especialidad en Nutrigenómica (parcela que estudia la relación que los alimentos tienen sobre los genes), sí existen varios expertos en Genética de la obesidad. El avance de las investigaciones "permitirá el tratamiento de determinadas enfermedades, a través de alimentos", porque hay determinados nutrientes que actúan modulando la expresión de algunos genes y por tanto, algunos alimentos podrían alterar o modificarlos",

En Medicina en Santiago hay varios grupos que trabajan en Genética de la Obesidad y Fisiopatología, como el que lidera Felipe Casanueva y Carlos Diéguez. También en Vigo se sitúan grupos de investigación importantes, con Federico Mallo. También en A Coruña se halla el coordinador del grupo que trabaja en Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología.

Cada vez se sabe más de las relaciones entre salud y alimentación. Es muy conocida la simbiosis que se estable entre el bienestar y longevidad con la diversidad bioquímica de los alimentos que comemos, además de otros condicionamientos ambientales. Mientras, también va en aumento la difusión de que las amplias diferencias que se dan entre individuos en la respuesta a la alimentación dependen de las características particulares codificadas en nuestros genes y de las adaptaciones experimentadas por cada persona a lo largo de su vida.

"Los efectos de los alimentos sobre los sistemas biológicos se pueden describir mediante la información nutrigenómica (perfil genético, expresión de RNA mensajeros, proteínas y metabolitos)", explicaban en su libro Oltvai y Barabasi hace once años. Estos efectos pueden consistir en cambios o desplazamientos del sistema que controla el peso corporal y contribuir así a la obesidad a largo plazo o enfermedades.