La Genética, educación y determinadas transformaciones sociales que fomentan el sedentarismo afectan al desarrollo del sobrepeso y obesidad más allá de los patrones alimentarios. La investigación "Energy balance and obesity", publicada en la revista científica Circulation, establece que el gasto energético ha disminuido de forma importante en el último siglo por una menor actividad física diaria, y restaurar los anteriores niveles de ejercicio físico es una condición esencial. España es uno de los países que ha sufrido un más rápido incremento del sobrepeso y obesidad y, en paralelo, se ha convertido en uno de los países más sedentarios de Europa: una de cada dos personas en España tiene estos problemas.

Desde la Agencia de Seguridad Alimentaria de la UE, Andreu Palou -catedrático y Director del grupo de investigación sobre Nutrigenómica en la UIB- cree que nunca la alimentación de la mayoría de la población había sido tan buena como ahora, aunque eso ha tenido también consecuencias indeseadas: "Ahora el problema es el exceso, que nos ha traído complicaciones, vinculadas en gran medida a las grasas saturadas y al consumo de sal, como el aumento de los casos de obesidad, diabetes, hipertensión a los que habrá que hacer frente". "La cocina tradicional puede estar cerca a una dieta saludable, pero ajustando las cantidades", dijo.

Según el profesor Gregorio Varela-Moreiras, catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad San Pablo CEU de Madrid "tanto desde la OMS como desde el ámbito científico, académico y asistencial se comparte la necesidad de realizar un enfoque multifactorial del sobrepeso y obesidad".