Médicos y enfermeros de la sanidad pública madrileña se dieron cita ayer sábado a las puertas de la Maternidad de la calle O'Donnell para exigir que el feto sea considerado "un paciente al que hay que proteger y respetar", sosteniendo que "el aborto no es un acto médico", por lo que no debería realizarse en centros públicos.