Las redes sociales y las nuevas tecnologías acotan la morriña y ayudan a los gallegos en la diáspora a seguir sintiéndose miembros de una misma comunidad, pero en ocasiones también se ven como una amenaza. "Causan ansiedad a quienes quieren preservar lo original, pero las culturas siempre han sido una mezcla y las tecnologías permiten a lo local tener más visibilidad y fuerza. La microcultura gallega es una joya en un mundo globalizado donde todo es igual y todos comen McDonald's", señala María Teresa Cabo (New Jersey, 1980) antropóloga cultural, consultora de medios sociales y marketing multicultural y organizadora del Galician Film Festival, un ciclo de cine independiente que alcanza este año su octava edición.

Hija de dos emigrantes oriundos del municipio ourensano de San Cristovo de Cea, ambos descendientes de familias panaderas como no podía ser menos, María Teresa balbuceó sus primeras palabras en gallego y español mucho antes que en inglés. La cultura y el idioma de este lado del Atlántico siempre han constituido una inquietud para ella: "Es una inclinación, un espíritu que depende del individuo, pero a veces la distancia es la cerilla que hace falta para iniciar estas ideas".

"Galicia es una geografía que nos tira: lo verde, la playa, el caldo, que sabe mejor en Cea que aquí... Pero también es la gente que siente cariño y preocupación por representar y hacer evolucionar esa cultura. Yo formo parte de esa comunidad en EE UU que es también parte de Galicia", reflexiona María Teresa, que recuerda que el himno gallego se estrenó en Cuba o que Sempre en Galiza fue publicada por primera vez en Buenos Aires.

Estudió Antropología y Literatura española en la Universidad de Rutgers y después curso un máster en Columbia gracias a una beca de la Fundación Barrié, a la que sigue vinculada. Su tesis analizó en 2010 el uso de Facebook que hacen los gallegos repartidos por todo el planeta para construir identidades culturales y también relaciones comerciales. "Cuando un gallego hace clic en la página de Zara no es solo por la moda, es una perspectiva diferente", apunta.

A María Teresa le gusta participar en el mundo académico, donde se concentran la mayoría de antropólogos, pero también aplicar esta disciplina un campo más práctico como es el de los negocios. Empezó su carrera en el ámbito del marketing multicultural en Johnson&Johnson, trabajó en una organización sin ánimo de lucro contra la violencia de género y después en el American Museum of Natural History. Y, tras su paso por Columbia, inició su carrera como consultora independiente. En 2012 obtuvo el premio ISES al mejor uso de los medios sociales y resultó finalista en la siguiente edición.

"Transfiero mis conocimientos como antropóloga a la elaboración de estudios y estrategias dentro de EE UU y hacia la población hispana. Mi formación me sirve para entender la cultura de mis clientes y la del mundo en el que quieren desarrollarse. La base social de las redes sociales son las comunidades de personas y los antropólogos somos expertos en entender qué tienen en común o por qué se unen en cierta plataforma para dialogar. Es necesario diseñar estrategias muy especiales para cada caso", explica.

Su próximo proyecto es aportar estos conocimientos a las empresas y emprendedores de Galicia y del resto de España para ayudarles a penetrar en el mercado de EE UU y Latinoamérica. Regresar a sus orígenes no sería problema para ella ni para su marido, un estadounidense que está aprendiendo el idioma y que ya se ha convertido en "embajador" del albariño. "Donde se siente más a gusto es en la aldea de mis padres por el cariño de la gente, la belleza de la naturaleza y la comida casera acompañada con el pan de Cea", asegura ella.

Y mientras sueña con ayudar al tejido económico gallego, María Teresa continúa dando a conocer nuestra cultura en la Gran Manzana de forma altruista (@culturalista). El Galician Film Festival de este año es un homenaje a la pionera Mari Luz Morales Godoy y, por primera vez, se celebra exclusivamente on line a través de la plataforma vimeo, donde se puede visualizar hasta el 31 de diciembre el micro-metraje Teoría de autora.

Morales, nacida en A Coruña en 1898 desarrolló toda su carrera en Barcelona, pero siempre defendió las letras gallegas. Fue la primera española al frente de un periódico, La Vanguardia, y es un "icono del feminismo, el periodismo, el cine, el teatro, la literatura o la moda". Muchas de sus contribuciones todavía no han sido recopiladas ni reivindicadas y una parte de este "enigmático legado" podría ser su participación en la película L'Espoir- Sierra de Teruel, ambientada en los primeros meses de la Guerra Civil y censurada en España hasta 1977.

Este fin de semana, María Teresa ha asistido en el Centro Xoán González Millán de Estudos Galegos del Graduate Center CUNY a unas jornadas sobre "Castelao en Nueva York" y participado en mesas redondas junto a destacados académicos para la promoción de los Galician Studies en EE UU: "Si la gente sin nuestras raíces se interesa por la lengua, los negocios o el turismo, la cultura gallega estará más protegida y tendrá más posibilidades de evolucionar".