Miguel Sáez Carral (Madrid, 1968) inició su carrera como redactor de la agencia Efe para trabajar después en otros medios de comunicación. Abandonó más tarde el periodismo para dedicarse a la creación de guiones y ha trabajado en media docena de series de éxito como "Al salir de clase", "Sin tetas no hay paraíso" y "Homicidios". Con su labor ha ganado todos los premios de su profesión, entre ellos el TP de Oro y el Ondas. "Apaches" (Editorial Planeta) es su primera novela y está basada en la historia de su propia familia. El escritor presenta el libro hoy (19.30 horas) en Casa del Libro de Vigo.

-"Apaches" narra una historia de barrio dura con robos, asaltos, asesinatos, una familia que lo pierde todo... ¿Cuánto de real hay en esta historia?

-Buena parte de lo que cuento al principio de la novela es la historia real de lo que nos ocurrió a mí y a mi familia en el barrio madrileño de Tetuán hace 20 años. Los personajes están basados en amigos y en personas que conozco, aunque están literaturizados para que todos puedan mantener su anonimato.

-Los delincuentes no son realmente los malos de la película.

-Son unos delincuentes profundamente morales, que delinquen por una idea de justicia para restituir a una familia lo que ha perdido por culpa de una gente muy codiciosa.

-¿Fue duro recordar esta etapa de su vida?

-Sacar los recuerdos de algunos momentos dolorosos fue complicado; a veces se me llenaban los ojos de lágrimas y tenía que parar. Pero me gusta escribir y seguí adelante.

-¿Qué aprende uno tras vivir en un barrio conflictivo?

-Yo nací y viví en Tetuán 30 años. Es un barrio obrero, muy feo y que, a pesar de estar a solo un kilómetro de la Castellana, es como un pequeño pueblo. Lo mejor es que la gente de ese barrio era como una familia; las vecinas eran la extensión de mi madre, los padres de mis amigos, una extensión del mío... todos te saludan por la calle y a todos les podías pedir ayuda en cualquier momento. Había muchos ladrones, pero la ley del barrio marca que nunca robarían a nadie de la zona. Mi padre tenía una joyería y nunca le atacaron, ni siquiera en los peores años de la droga. Como Tetuán debe de haber un barrio así en cada ciudad, por lo que cualquier lector que no sea de Madrid va a entender perfectamente lo que cuenta la novela.

-Su experiencia como novelista queda plasmada en el ritmo trepidante de la novela y en su estructura cinematográfica.

-Quince años como novelista le dejan a uno esa deformación profesional y terminas narrando de esta forma tan visual. La novela está escrita con imágenes y tiene una muy rápida lectura.

-¿Y hay posibilidad de que se convierta en película?

-Tengo ofertas de varias productoras de cine y televisión para hacer la adaptación. "Apaches" tiene una fácil adaptación, yo creo que más para una serie que para un largometraje. Y, por el contenido personal que tiene, me encantaría hacer yo mismo el guión.

-¿Es mejor momento para las series que para los largometrajes?

-Sí, pero no por falta de creatividad o de talentos; es simplemente un problema de financiación. También estoy trabajando con Mandarina Producciones en una serie ambientada en la España de los años 20 que esperamos que comience a rodarse a finales de este año.