"Olvídate de tu P.I.B. (Producto Interior Bruto) y pon todas tus fuerzas y empeño en tu F.I.B. (Felicidad Interior Bruta). Será mucho más gratificante y valioso para ti y no hay modo más principal de caminar hacia ella que luchar por vuestra salud". Eso decía ayer en el Club FARO el doctor José María Neira, tras la brillante presentación que le hizo el abogado gallego residente en Madrid Antonio Simón.

"Pasos saludables para vivir más y mejor" fue el título de una charla en la que habló de lo que llamó su filosofía vital, su tao, su karma "o como queráis llamarlo". "Quiero convenceros de que luchéis por vuestra salud porque es luchar por vuestra felicidad -dijo-. Si estáis presos de un cuerpo enfermo no podréis disfrutar siquiera de los pequeños placeres de la vida y la salud no la venden en las farmacias ni depende de la genética, que solo supone un 20 por ciento. El otro 80 tiene que ver con una serie de hábitos saludables que dependen de vuestra decisión".

El médico, que acaba de publicar en Grijalbo "El método del Dr. Neira", afirma que en primer lugar hay que saber compartimentar las horas del día en un razonable equilibrio vital que él define como "la regla de los tres ochos": 8 horas para el trabajo, 8 para el descanso y 8 para dedicarlas a uno mismo. Y cuatro etapas señala Neira en ese camino de la salud, Motivación, alimentación, actividad física, y antienvejecimiento. "Mi lema es "sin perseverancia no hay victoria" ("non perseverancia nulla victoria"). Y mi secreto, cuidarse mucho para prevenir enfermedades".

"Todo viaje -afirma- comienza por un primer paso y el primero que yo propongo es la motivacuión, salir de la zona de confort. Tenéis que saber soñar despiertos para conseguir lo que queréis porque si no seréis unos autómatas. Si no podéis correr, andada: si no podéis andar, arrastraos pero no quedaros quietos. En la sociedad del sedentarismo y de las enfermedades del alma como la depresión o la ansiedad, el mejor motor para conseguir algo es la motivación. Para cambiar es necesario ser conscientes del sedentarismo existente en el día a día y combatirlo como a un enemigo. Hay que reconocer que hay que cambiar, que existen hábitos tóxicos a erradicar como el consumo de tabaco, alcohol o la vida sedentaria".

El segundo paso, la alimentación . "Hay que cambiar los hábitos para conseguir 'comer de forma limpia'. Esto supone seguir una alimentación saludable en la que se evitan los conservantes, los productos procesados, los azúcares o frenar el consumo de sal. Es posible saltarse la dieta en ocasiones pero siempre partiendo de un estado de salud bueno tras mantener una dieta saludable acorde a cada persona, Hay que ser conscientes de la calidad de los alimentos que tomamos porque lo que se come es lo que horas más tarde alimentará a las células del organismo. Os lo agradecerán los grandes filtros de vuestro cuerpo, a los que el corazón bombea toneladas de sangre y que hay que limpiar como los de un coche".

El tercer paso, la actividad física. "Hay que distinguir entre ejercicio, actividad física y deporte encontrando la virtud en el término medio. El ejercicio es una práctica física potente que se realiza de forma puntual y la actividad física es ejercicio moderado realizado de forma pautada y habitual, que es lo que yo aconsejo. El deporte, por su lado, sería ejercer como profesión con alto nivel de exigencia para el organismo una actividad física Huyamos del deporte de competición porque al final acaba siendo lesivo"..

El cuarto paso, la lucha activa contra el envejecimiento. Realizar actividad física es para el mejor sistema anti-envejecimiento. para poder seguir activos hasta los últimos días de la vida. "Pero también -afirmó- hay que identificar los estados carenciales. En el mundo desarrollado también existen trastornos físicos derivados de estas carencias en personas mayores y niños. Por ello, es necesario tomar suplementos de vitaminas y antioxidantes según las necesidades de cada edad y momento de la vida. Hay una frase que me dijo un paciente antes de morir que me martillea la cabeza; José María he cometido el pecado de no ser feliz por descuidar el cuidado de la salud durante mi vida. Me he dado cuenta demasiado tarde".