El director de la Tobacco Free Initiative de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Armando Peruga, insta a los gobernantes a tomar medidas para "impedir que los esfuerzos de control del tabaco se debiliten y evitar que se vuelva a normalizar su consumo". Las declaraciones se hicieron en el marco de la "Jornada Cigarrillos electrónicos: interrogantes abiertos", celebrada en Barcelona, donde ha recordado que los cigarrillos electrónicos son de "baja ayuda" para dejar de fumar.

El investigador y jefe de Control de Tabaquismo del Instituto Catalán de la Salud (ICO), Esteve Fernández, ha presentado un estudio pionero -que ha ratificado la Consejería de Salud de la Generalitat-: "Los no fumadores expuestos a los cigarrillos electrónicos tienen una exposición a la nicotina similar a la de los no fumadores que conviven con personas que fuman hasta siete cigarros convencionales".

Por tanto, el secretario de Salud Pública de la Generalitat, Antoni Mateu, ha reafirmado que Salud mantendrá la vigilancia sobre los efectos del consumo de los cigarrillos electrónicos y propondrá al Gobierno central que incorpore a la normativa estatal las recomendaciones de la directiva europea.

Mientras, la Asociación Nacional del Cigarrillo Electrónico (ANCE) se apresuró a negar que el humo de los cigarros electrónicos tenga impacto en las personas no fumadoras. "En el vapeo no existe la figura del 'vapeador pasivo' ya que el vapor del cigarrillo electrónico no representa ningún riesgo para la salud de las otras personas presentes en la sala", aseguró la entidad. Esa tesis fue enviada a revistas científicas de Francia, EE UU, Grecia y Alemania. ANCE señala que al 'vapear' no se produce una combustión, como ocurre cuando se fuma tabaco, sino una condensación y argumenta que "el vapor de agua ni contamina, ni perjudica al resto de personas presentes". "Asimismo, al comparar las emanaciones de un cigarrillo electrónico y de un cigarro tradicional, se concluyó que el vapor del dispositivo desaparece de la atmósfera en un máximo de 11 segundos", apunta ANCE, que destaca que el humo del tabaco tarda, de media, unos 20 minutos en desaparecer por completo.