El Novo Cinema Galego no es una moda, ni una etiqueta fácil, es una revolución que se vive aquí y ahora y que está promocionando Galicia y su cultura en el extranjero más que ninguna otra campaña turística a través de prestigiosos festivales de cine y prensa especializada como la mítica Cahiers de Cinéma donde le dedicaron un reportaje. La medalla debe otorgársele a un grupo de cineastas jóvenes que con sus últimos trabajos premiados en citas como Cannes, Locarno o Rotterdam están dando a conocer la calidad artística de directores y equipos que están convirtiendo la época actual en "la más interesante de la historia del cine en Galicia", según destaca uno de los protagonistas, el guardés Xurxo Chirro, autor de Vikingland, aquella historia de marineros gallegos en la frontera helada entre Alemania y Dinamarca que ganó el PlayDoc en 2012.

"Por primera vez, el cine gallego se promociona fuera siendo contemporáneo a las vanguardias", añade Chirro cuyo Vikingland se estrenó en el prestigioso FID de Marsella para ser mostrado en numerosos festivales de todo el mundo. Ahora, el guardés sueña con que su nuevo proyecto, Une histoire seule -realizado con iPhone narrando la busca infructuosa de Godard y un viaje de Galicia a Ginebra- pueda tener el camino andado por su opera prima.

El pistoletazo de salida

No obstante, si hay una película que sigue siendo el referente y que marca la 'institucionalización' del Novo Cinema Galego es Todos vós sodes capitáns, de Oliver Laxe, que en 2010 ganó el Fipresci de Cannes, y que ahora trabaja con la idea de empezar el rodaje de su nuevo proyecto, As mimosas, el próximo invierno, en Marruecos.

Justo un año antes de su triunfo en Cannes nacía la productora Zeitun, creada en paralelo a la finalización del primer filme de Óliver. Desde entonces, Zeitun ha producido varias joyas del celuloide gallego como Arraianos (Eloy Enciso), O quinto evanxeo de Gaspar Hauser (Alberto Gracia, premio Fipresci en Rotterdam) y Costa da Morte (Lois Patiño), esta última galardonada en Locarno en 2013.

¿Ficción o realidad?

Si bien los proyectos adscritos al movimiento del Novo Cinema Galego se caracterizan por ser heterogéneos, sí se ven elementos comunes entre los que las estudiosas Isabel Martínez (Universidade de Vigo) y María Gallego (Universidad Complutense) destacan la nueva forma de concebir el cine con mestizaje de discursos narrativos logrando un lugar en la vanguardia del cine europeo.

Tanto estas expertas como el productor de Zeitun Felipe Lage apuntan como característica común más o menos generalizada el juego en la frontera de la ficción y la realidad de las historias. "Es un terreno muy fértil y de ahí han surgido la mayor parte de las propuestas, que también tienen en común unos modos de producción y financiación bastante modestos", señala Lage quien se fija también que en la mayoría "se da una visión de Galicia romántica pero real, mostrando la idiosincrasia de la sociedad". Los planos generales y secuencia que muestra Costa da Morte son un buen ejemplo de esa poesía visual sencilla pero emocionante.

Precisamente, tirando del hilo del paisaje y de la difuminada frontera entre ficción y realidad estará uno de los próximos proyectos de Zeitun -donde también es coproductor Óliver Laxe-, La ausencia, que se grabará en la Mariña lucense, en San Cibrán, este verano. Esta contará la historia de Aleixo, quien ronda los 30 años, una edad que le obliga a replantearse de forma metafísica quién es, qué quiere hacer o lo que debe. Desde una isla desierta del Cantábrico a la que llega tras la deriva de su barca, se cuestiona todo incluso si está vivo o muerto, qué hacer consigo mismo o sus acciones. Si bien habrá actores y equipo gallego, el director será el alemán Rainer Kirberg, que ha filmado varias películas de culto.

La elección de Galicia para el rodaje y la historia de Kirberg es una más de las consecuencias del Novo Cinema Galego. "El hecho de que las películas gallegas se proyecten en los festivales más importantes del mundo nos permite que nuestras propuestas tengan posibilidad de encontrar coproducción extranjera pero también que proyectos de fuera nos lleguen a nosotros, como es el caso de la película de Kirberg", que coproducirá Zeitun, explica Felipe Lage.

Este último reflexiona sobre el futuro. A su juicio, la desaparición de la Axencia Galega do Audiovisual (con la llegada del PP al gobierno de la Xunta) y la disminución de las ayudas de Agadic pueden comprometer el futuro de este cine. "Con la desaparición de la Axencia Galega desaparecieron las ayudas al talento que llegaron a sobrepasar algún año los 400.000 euros. En 2012, no existieron; y en 2013 fueron de 66.000 euros. Ha sido una deducción del 90%, lo que ha afectado mucho. Desde el gobierno, no ven que estas han sido las películas gallegas que más se han movido por el mundo".

Por su parte, el joven director Ángel Santos (Dos fragmentos Eva, Cazador, Cortometraje A) subraya que "lo que está pasando ahora en Galicia no ha pasado nunca y posiblemente no volverá a ocurrir. Hace cinco años, que una obra gallega de cine fuese seleccionada para un festival extranjero era rarísimo, hoy ya nos parece normal. Pero quizás, el cine gallego aún esté por venir y una nueva generación se confronte a nosotros".