La busca de la dignidad del gallego como ciudadano y lengua movió a Rosalía de Castro a publicar "Cantares gallegos" hace ya 150 años (151 el próximo 17 de mayo). Distintas expertas en su obra han concluido que el libro tenía como fin mover conciencias foráneas para retirar de sus ideas la asociación entre gallego y algo peyorativo. Muchos autores posteriores trabajaron con tesón en ese campo, especialmente el galaico argentino Antonio Pérez Prado que con escritos, discursos, libros y quejas luchó para borrar el punto xenófobo de los chistes de gallegos desde los años 50 hasta los primeros de este siglo.

A día de hoy, el Diccionario de la Real Academia Española (RAE) sigue presentando en su versión en papel el significado de tonto para gallego, en una acepción, que -según la obra- se utiliza en Costa Rica. Desde el año 2009, se ha asegurado que cambiaría con la nueva edición. En un primer momento, se pensaba que se modificaría en 2013. Finalmente, se ha retrasado para este año.

Fuentes de la RAE confirmaron que será el próximo otoño cuando se elimine la afrenta histórica con Galicia y sus ciudadanos. Será con la publicación de la edición número 23 del diccionario. Los editores del mismo ya han recibido la orden de realizar una versión enmendada en la que el vocablo gallego ya no aparezca con el significado de tonto.

Si no surgen obstáculos, la previsión de la Real Academia Española es que el próximo mes de octubre la nueva edición esté ya corregida, indicó un portavoz de la entidad.

Mientras, en la versión online del recurso web de la Academia www.rae.es, se podrá llevar al lector a confusión.

Cualquiera que teclee en el buscador la palabra gallego, será redirigido al vocablo con sus múltiples acepciones. En el margen derecho, verá una pequeña pestaña en rojo donde se ha escrito "artículo enmendado". Si la persona quiere ver las nuevas definiciones debe hacer clic y, de inmediato, aparece una nueva página donde desaparece el significado de tonto.

Sin embargo, si la persona se despista y no hace clic y mueve el cursor hacia la parte inferior de la página se encontrará que como quinta acepción aparece "tonto", vinculada al área geográfica de Costa Rica.

Todo apunta a que una vez esté publicada la nueva edición, la definición sin la acepción de tonto aparezca en la primera página de gallego sin tener que ir a un artículo enmendado. Pero se carece de una confirmación al respecto.

Este diario trató de consultar la duda con el secretario de la RAE, el gallego Darío Villanueva, quien fue rector de la Universidade de Santiago de Compostela, y este no pudo resolverla ante la gran dificultad de hacer un hueco en su apretada agenda.

Además de la definición de gallego como tonto, desde el BNG habían solicitado tiempo atrás que se eliminase también la acepción de gallego como tartamudo en otro país latinoamericano.

Desde el Bloque, no entendían la causa de que gallego presentase connotaciones tan peyorativas que no se daban en otros gentilicios -vasco, catalán, gitano, judío- por lo que reclamaban un trato igual de respetuoso.