Macondo, el lugar mágico e imaginario creado por Gabriel García Márquez, fue sacudido el jueves por la muerte del Nobel colombiano, un hecho que enluta a Aracataca, su tierra natal y en la que se inspiró para dar vida a ese pueblo mítico. Las calles de esta localidad de unos 38.000 habitantes, enclavada en lo más caluroso del bajo curso del río Magdalena (norte de Colombia), que normalmente permanecen solitarias, están estos días a rebosar de curiosos que quieren visitar los lugares en los que vivió el autor de "Cien años de soledad", clásico del realismo mágico.

Al conocer la noticia del fallecimiento, Aracataca se llenó de tristeza, las campanas de la iglesia de San José, donde fue bautizado, tocaron en señal de duelo para avisar la mala nueva y la Alcaldía decretó cinco días de luto. García Márquez nació el 6 de marzo de 1927 en el pueblo al que su padre, Gabriel Eligio García Martínez, había llegado tres años antes para trabajar como telegrafista y donde conoció a la que sería su esposa y madre de sus once hijos, Luisa Santiaga Márquez Iguarán. El joven Gabo, como le dicen sus paisanos, vivió hasta los diez años con sus abuelos en esa casa grande del pueblo, hoy convertida en museo, a donde acude la gente para recordar pasajes de los libros que el Nobel escribió con una prosa de magia sin par.