Xurxo Chirro, uno de los nombres del Novo Cinema Galego, autor de Vikingland, realiza sus pronósticos para el movimiento cineasta del país. Ese vaticinio se fija en tres proyectos que, según apunta, "se esperan con ansiedad". "Yo creo que van a despuntar", confiesa para nombrarlos a continuación: Altas presiones de Ángel Santos, A viaxe de Leslie Howard de Marcos Nine y Jet lag de Eloy Domínguez.

Sobre Las altas presiones, el propio director, Ángel Santos, señala que espera estrenar el filme en verano. En este proyecto, rueda en 16 milímetros y película de cine "por cuestión estética. En la película, trabajas con la luz; en el digital, con los números".

La historia presenta al protagonista, un joven que busca localizaciones en Galicia para rodar. La idea inicial era realizar la película en 16 mm excepto las tomas que realizase el actor que se mostrarían en el producto final en vídeo.

Para él, "el paisaje tiene una importancia brutal. No me gusta rodar con todo cerrado. A mí, el espacio es el que me da la secuencia. El paisaje es fundamental al hablar de las crisis a través de la observación del mismo". A su juicio, el Novo Cinema Galego tiene también otra huella profunda: "la radicalidad en la forma de acercarse al cine, más cercano a lo experimental, con una mirada de vanguardia".

Por su parte, Marcos Nine destacó que uno de los beneficios del movimiento es que los programadores conocen mejor lo que se hace en Galicia. "Eso aumenta la curiosidad sobre lo que se hace aquí y hace que sean más receptivos a la hora de ver tus películas", indica para destacar también la aportación de PlayDoc, Cineuropa o CGAI al Novo Cinema Galego como visibilización de trabajos en Galicia y punto de encuentro.