Un equipo internacional de investigadores -con participación española- ha reconstruido por primera vez los epigenomas de dos homínidos primitivos (un neandertal y un denisovano) y los ha comparado con los de los humanos modernos, un paso fundamental para entender cómo hemos evolucionado.

El epigenoma son las pequeñas variaciones genéticas que, sin mutar o modificar la estructura de los genes, modulan sutilmente su actividad. El estudio ha comprobado que, aunque los homínidos primitivos y nosotros tenemos los mismos genes, nuestro epigenoma es distinto. La investigación, publicada ayer en Science, ha sido coordinada por Liran Carmel de la Universidad de Jerusalén, y cuenta con participación de la Universidad de Cantabria y la de Oviedo.