Elefantes entró al estudio a finales de noviembre para dar forma a las nuevas canciones de "El rinoceronte", bajo la producción de Santos & Fluren (Blind Records Barcelona), y han recuperado la química y la sana arrogancia artística de antaño. Canciones con un sonido ensoñador, melancólico y nostálgico, en la línea del estilo de siempre del grupo, con esa sensación de optimismo y de que todo va a ir bien, y letras cargadas de sensaciones, con un poder de emoción como nunca; poesía pura. La gira ya está en marcha, y en los shows el grupo alterna canciones nuevas con las clásicas. Shuarma nos pone al tanto.

- ¿Os sorprendió lo que supuso la noticia de vuestra vuelta?

- La verdad es que sí. Tampoco esperábamos nada, porque fue una decisión muy personal para los cuatro. Para nosotros, el grupo siempre ha sido algo muy íntimo, aunque sea algo que compartes con mucha gente, y cuando tomamos la decisión no pensamos mucho en la repercusión que iba a tener en los demás, y ahora, viendo cómo ha sido acogido el disco, la gira, el cariño que nos está llegando, nos sentimos muy afortunados y muy agradecidos.

- Han pasado ocho años. Algunos pensamos que Elefantes no volverían a juntarse. ¿Qué os ha empujado a volver? ¿Habéis recuperado la química? ¿Cómo?

- Pues sí, la verdad es que es eso, sencillamente. Nosotros tampoco pensábamos que íbamos a volver, pero cuando nos separamos fue precisamente porque habíamos perdido eso, esa magia entre nosotros, esa química, esa energía. Somos una banda de rock y funcionamos con la energía. Si pierdes eso, aunque tengas muchos seguidores, las cosas te vayan muy bien y tengas muchísimo público? Si pierdes lo esencial es como si perdieras tu espina dorsal, nada es gratificante. Nosotros lo perdimos, quisimos ser consecuentes con nosotros, nuestra profesión, el público, y apretamos el 'pause'. Este verano nos sentamos por primera vez los cuatro juntos; en cuestión de minutos nos dimos todos cuenta de que volvía a existir aquello que en algún momento perdimos, y nos pusimos manos a la obra, sin más.

- ¿Os sentasteis juntos para charlar, hacer una canción, hablar de algo??

- No, nos fuimos a cenar, porque Hugo Toscano vive en Málaga, y cuando venía intentábamos quedar, pero no coincidíamos los cuatro. Esta vez nos sentamos y nos fuimos a cenar tranquilamente para vernos, contarnos qué tal nos iban las cosas, y al final acabó la cena de la forma más inesperada de todas.

- He leído que empezaste a componer para tu nuevo disco y acabaste dándote cuenta de que las canciones eran más bien para Elefantes.

- Sí, curiosamente yo iba a sacar disco en septiembre, y con esta vuelta de Elefantes decidí parar mi disco, porque mi mirada estaba enfocada hacia los Elefantes, pero yo ya tenía todas las canciones escritas, y yo le decía a Julius (que seguía tocando conmigo) que muchas de ellas eran canciones que sonaban a Elefantes, y fíjate por dónde, han acabado algunas estando en el disco de Elefantes.

- En Madrid decíais algo así como que queríais retomar vuestra carrera y que habéis vuelto para quedaros. ¿Es definitivo?

- Pues sí. Pero tan definitivo como el día en que dijimos que nunca más volveríamos.

- Nunca se sabe.

- Claro. Nosotros hacemos las cosas con el corazón, y en un momento decidimos irnos y realmente pensábamos que nunca íbamos a volver, pero nunca sabes qué te pone delante la vida, y ahora hemos vuelto y pensamos no irnos nunca más. Con esa actitud volvemos, desde luego. Ahora, si algo se nos pierde en el camino y creemos que no somos lo suficientemente válidos, habrá que hacer algo, pero sí es cierto que estamos poniendo los cimientos de una forma muy bonita, natural, sencilla, y tengo la sensación de que eso nos va a permitir muchos años de disfrutar de nosotros mismos.

- "El rinoceronte" suena euforizante, melódico también, aguerrido, personal? ¿Ha habido algún cambio significativo en el sonido de este disco?

- La verdad es que no lo sé, para mí todavía es como muy pronto. Yo creo que hemos madurado, somos distintos. Somos los mismos, pero a la vez distintos. Quizás una de las cosas más evidentes que puedo ver es que, por primera vez en nuestros discos, creo que está la energía que tenemos en directo. Antes en los discos siempre se nos quedaba fuera la energía, la emoción o como quieras llamarlo. Creo que en este disco sí hemos conseguido que eso se transmita. Si nuestro sonido ha cambiado mucho o no, no lo sé, y tampoco me preocupa mucho. Ni quiero estar anclado en el pasado ni queremos ser nada especial.

- Lo que sí parece es que en "El rinoceronte" se distinguen lo que son o han sido vuestras señas de identidad.

- Supongo que sí, porque somos los mismos, y aunque pasa el tiempo y evolucionas, creo que la química de la que te hablaba está ahí y es lógico que sonemos a lo que somos nosotros, porque nos gustan muchísimas cosas, pero creo que tenemos nuestra forma de decir, de cantar y de contar las cosas.

- En cuanto a las letras, los temas parecen muy cercanos a la situación actual por la que estamos atravesando, aunque quizá hay un halo de vitalismo y esperanza.

- Supongo que sí, porque nosotros somos personas muy optimistas, y también tiene mucho que ver que nos dedicamos a lo que nos gusta y podemos compartirlo con mucha gente, y esa es una sensación muy bonita, y te da mucha fuerza vital. Por supuesto que hablamos de cosas que están ocurriendo hoy en día porque nos están ocurriendo a todos; es nuestro paisaje y es muy difícil permanecer ajeno a eso, pero probablemente sí que está esa dosis de optimismo, porque nosotros creemos que se pueden mejorar las cosas, y que cada uno puede hacer su trabajo de mejora, mejorar su pequeña parcela de vida.