Rafael Amargo ha recibido cuatro Premios Max de las Artes Escénicas, el Premio Positano Leonide Massine de la Danza como bailarín y coreógrafo o el Premio APDE (Asociación de profesores de Danza Española y Flamenco de España), y también el premio al mejor espectáculo de la década por "Poeta en Nueva York", en 2002. No es moco de pavo.

Su carrera se da a conocer cuando en 1997 crea la Compañía Rafael Amargo, con el estreno de "La Garra y el Ángel". Desde entonces muchos éxitos coronan al bailaor y coreógrafo, como "Amargo" o el mencionado "Poeta en Nueva York". Es un gran conocedor de las esencias más puras del flamenco, pero también domina otro tipo de tendencias coreográficas, como las enseñanzas en la escuela de Martha Graham recibidas en la ciudad de Nueva York. Sus coreografías, a veces muy cercanas al baile contemporáneo, basculan así entre la modernidad del siglo XXI y el ancestro de lo flamenco.

Que estrene en Vigo a nivel mundial "Eclectic Human", su nuevo trabajo, debe llenarnos de orgullo. El llenazo en el Auditorio Mar de Vigo estaba justificado, por supuesto, aunque la realidad fue otra. Buena venta de entradas, pero no un lleno pleno. En el espectáculo colaboraron el gaitero vigués Álvaro Costas y un grupo de niños del centro e integración psicoterapéutica y formativa O Pelouro, en Caldelas de Tui. Merece el aplauso solo por esto, por cierto (además, sobre el escenario emocionaron). Y poca información más se tenía del espectáculo que, en estreno mundial, abría con un ligero retraso, a las nueve y media de la noche.

El comienzo, un bolero de Ravel interpretado a gaita y acordeón marca un tono. Mezcla, es la palabra.El espectáculo mixtura en sus números la coreografía de un evento de danza contemporánea con el fuego flamenco, entre lo cerebral y lo pasional. Se juega con la profundidad de campo escénica, con la luz, con los fuera de campo (entradas y salidas a escena muy estudiadas), con músicas que descoyuntan la idea de un espectáculo flamenco (mucha electrónica, ritmos urbanos...qué diablos, hasta se bailó el "Kiss" de Prince y a los maravillosos Antony and the Johnsons) y otras que fueron jondo puro mezclado con gaita (así que no, no tan puro... Siempre la mezcla en el concepto), y con el uso estratégico de imágenes proyectadas en una pantalla, como las del número que giró en torno al "Prestige", la marea negra, la chispa que llevó a Nunca Máis. Todo con un esmerado buen gusto, donde si algo casi llegaba a rechinar no lo hizo del todo, consiguió evitarlo equilibrando siempre las apuestas de riesgo.

Y Amargo no es solo él, sino una "ensemble". Protagonismo coral, aunque sí, cuando él aparece y capitaliza... llueve canela.