"Después de muchos años de relación con mi marido, Antonio, decidimos tener un bebé. No hubo problema, lo intentamos y me quedé embarazada. Todo iba estupendamente, llevé un embarazo genial, nos dijeron que íbamos a tener una niña y todos estábamos encantados", comenta esta empresaria de hostelería de Lugo. "Sin embargo, a las 38 semanas empecé a encontrarme mal, un dolor muy fuerte en el pecho no me dejaba respirar y me dirigí al hospital. Después de pasar por monitores me dijeron que la niña estaba bien y me derivaron a urgencias, donde me hicieron varias pruebas; los resultados no eran buenos, así que la doctora y la internista consideraron dejarme en observación durante un par de días". Pero "a las tres horas de estar ingresada y con ibuprofeno a dosis alta en vena, el dolor me había remitido así que el doctor me mandó para casa".

Dos días después de haber pasado por el hospital, la embarazada fue a la consulta de un ginecólogo privado. "Salí de la consulta peor de lo que entré, casi no daba caminado del dolor, me tomé dos buscapinas y el dolor era cada vez peor. Al llegar a casa, llamaron una ambulancia por que ya no podía ni moverme. Me miré una última vez al espejo y mi cara estaba amarilla", comenta.

"Llegué al hospital, pero cada vez sentía mas dolor en el pecho, quise vomitar, le dije a mi madre que me moría y me desmayé. Lo último que recuerdo es que me iban a hacer una cesárea de emergencia pues había que sacar a la niña cuanto antes". La niña falleció poco después de nacer.

"Me desperté 10 días después en A Coruña en la unidad de Reanimación de críticos a donde me habían trasladado pues sufrí una terrible hemorragia en el hígado y era cuestión de vida o muerte". Se sospecha que fue un síndrome de Hellp -que aparece al final del embarazo o incluso después de dar a luz- y con poquísimos casos anteriores en Galicia.

Ahora, con 33 años, se encuentra sin posibilidades de poder tener más hijos. La suya es la historia -y la causa principal- por la que promovieron una iniciativa legislativa popular para que la gestación subrogada pueda ser legal en España (igual que la donación de órganos por ejemplo). Otros colectivos y familias, como "Son nuestros hijos", enseguida se sumaron. La técnica además, beneficia a parejas gays..

"No planteamos ninguna aberración, ni creemos que sean 'vientres de alquiler", defienden. "Es que cuide mi bebé otra persona durante nueve meses, al igual que en otros momentos lo cuidará otra persona y por eso no dejaré de ser su madre", alega Marta López. También han iniciado los trámites de adopción. "Miguel Bosé tiene varios hijos de este modo, también la baronesa Thyssen o Ricky Martin...", aseguran.