Trabaja desde hace quince años con las técnicas de hipnosis en Galicia y aclara -ante todo- que nada tienen que ver con que el paciente caiga dormido con solo chascar los dedos. Hoy está en Vigo parar impartir clases de iniciación, a través del Colegio Oficial de Psicología de Galicia.

-¿Podría hipnotizarme por teléfono?

-La gente tiene muchas ideas equivocadas sobre la hipnosis. Primero, no es una terapia: es una herramienta. Yo soy psicólogo y empleo esa herramienta, pero lo realmente importante es la terapia que el profesional hace junto a la técnica.

-Entonces, ¿qué alteraciones, patologías o malos hábitos se pueden tratar a través de la hipnosis?

-Se puede aplicar a la mayor parte de casos en psicología: depresión, ansiedad... En la gran mayoría puede ser interesante, pero fundamentalmente, en temas de dolor es donde la herramienta se vuelve más eficaz. Históricamente, con la hipnosis se hacían anestesias. Está documentado que hubo dentistas del pasado que la usaron como analgésico para intervenciones dentales.

-Pero , ¿qué tipos de dolor calma? ¿un dolor de muelas?

-Primero, tiene que haber un informe médico para saber qué pasa, porque el dolor es un síntoma. Una vez que está diagnosticado, se le puede enseñar a la persona procesos de hipnosis para aplicárselo ella misma y reducir el dolor. La hipnosis es una de las herramientas clásicas. Yo trabajo buscando soluciones de tipo no consciente. Es decir, no trabajo sobre los síntomas, sino buscando solución para los problemas de la persona.

-¿Y qué hay de las técnicas de hipnosis para dejar de fumar?

-Es otra de las aplicaciones, pero realmente hay muchos otros tratamientos. Dejar de fumar es un proceso complejo que depende de muchas cosas y la hipnosis puede ayudar en ese proceso. Pero no es una pastilla milagrosa, ni lo cura todo.

-No chasca los dedos y los pacientes se caen dormidos profundamente...

-Todo el espectáculo relacionado con la hipnosis da una impresión de que la persona no tiene voluntad... y eso no es cierto absolutamente. Otra cuestión es que se pueden conseguir fenómenos muy interesantes en estado hipnótico. Pero la persona hipnotizada no se queda dormida, ni pierde la voluntad. Simplemente, la persona hipnotizada acepta las sugestiones que se le hacen y se deja llevar. Está perfectamente despierto, pero muy concentrado. Y es ahí donde se producen los fenómenos hipnóticos. El paciente tiene la voluntad intacta, es imposible hacer que alguien haga algo que no quiere.

-Pues en algún juicio, un imputado declaró estar bajo los efectos de la hipnosis cuando cometió el delito. ¿Prueba desestimada?.

-Por supuesto. Concentrarse es más fácil con los ojos cerrados y desde fuera puede parecer que están dormidos. Pero si estuviera durmiendo, el ni siquiera podría escuchar lo que le dice el hipnólogo.

-¿Se pueden recuperar recuerdos con la hipnosis?

-Se puede recuperar información, pero no es de fiar. La gente ve lo de la regresión y quiere volver a un trauma del pasado. Pero aunque la persona esté hipnotizada puede estar diciendo algo en ese momento que no sea cierto. Nosotros la usamos al revés. En hipnosis deportiva, hacemos una proyección hacia delante, para visualizar y preparar la competición y las emociones. Cómo afrontarlo.

-No todo el mundo puede se hipnotizado, dicen.

-No. Hay que pasar una serie de pruebas; antes es difícil aventurar quien tiene más o menos capacidad. Es una habilidad que tenemos todas las personas, pero influye la capacidad para concentrarse, la capacidad de inteligencia divergente, la creatividad...

-No sé si decirle que me decepciona esa selección natural.

-Es un mecanismo vivencial; una habilidad de la persona en su cotidianidad. Todos hemos estado alguna vez en hipnosis, sin que nadie nos indujera. Como cuando estabas malo y te ponían unos dibujos animados muy entretenidos. Estabas tan concentrado que te olvidabas del dolor. Son experiencias cotidianas que todos tenemos.

-El visionario Huxley introdujo el sistema de "hipnopedia" en su novela Un mundo feliz. Se controlaba a la población con esa técnica incluso de nacer. ¿Realidad o teoría conspiranoica?

-La hipnosis es un proceso natural. Es decir, los mensajes repetidos funcionan. Hay publicidad subliminal y la construcción del mensaje puede influir en la forma que tiene la gente de ver el mundo y de pensar. También, cuando los políticos de un país repiten solo dos o tres mensajes.