Los trabajadores franceses no podrán contestar a e-mails de trabajo fuera de su jornada laboral, siguiendo un acuerdo firmado por sindicatos y patronal. Con esta medida se pretende liberar a los trabajadores y permitir que desconecten.

Si un trabajador recibe un correo profesional después de terminar su jornada -normalmente, a las seis de la tarde-, deberá ignorarlo. Asimismo, también deberán apagar sus teléfonos de trabajo.

Syntec, la federación empresarial que ha firmado el acuerdo con los sindicatos, representa a unas 910.000 personas, pero la obligación de desconexión no afectará a quienes trabajan por días, a los autónomos ni a los que tengan acuerdos que marquen un horario fuera del convenio. De este modo, afectará a unas 200.000 o 250.000 personas.

El acuerdo contempla la posibilidad de admitir trabajo extra en circunstancias excepcionales, pero intentando volver a desconectar.