María Jesús Álava empezó su charla aludiendo a una encuesta sobre la felicidad que hicieron colegas suyos en un muestreo por géneros o actividad. "Según esa encuesta -dijo- los hombres son más felices que las mujeres y creemos que es fundamentalmente porque se perdonan más a sí mismos y perdonan más a los demás. Las mujeres soportamos mejor las situaciones negativas pero nos complicamos mucho la vida con todo, sintiéndonos responsables de todo".

En esa encuesta entrevistaron a sectores sociales como empresarios, trabajadores por cuenta propia o ajena, estudiantes, jubilados... ¿Saben ustedes -preguntó ella- quiénes se declaraban más felices? Pues los jubilados ¿Y quiénes menos? Los estudiantes".

Los más difíciles

¿Cuáles son los perdones más difíciles? "Sin duda -dijo-, nos resulta mucho más difícil perdonarnos cuando hemos fallado a nuestros seres más queridos: padres, pareja, hijos... También cuando nos sentimos inseguros y no hemos cubierto las expectativas de los demás, o cuando nos hemos dejado engañar y hemos perdido nuestra dignidad. Las "buenas personas" tienden a juzgarse con excesivo rigor y les cuesta perdonarse a sí mismas".

¿Qué es lo que los demás no nos perdonan? "Desde la psicología, sabemos que una de las emociones que más debilitan y que más daño pueden hacer es la envidia; la envidia es una reacción y una vivencia poco noble.Aléjate de los envidiosos porque ellos nunca son felices y no te perdonan que triunfes, que tengas tu propia forma de ser, que defiendas un estilo diferente de trabajar..."