Una joven de 28 años con una cardiopatía congénita grave ha conseguido ser madre gracias a una intervención pionera en la que le han implantado, a las 22 semanas de gestación, una prótesis aórtica biológica dentro de la prótesis que ya llevaba y que había fallado en el embarazo.

La intervención se ha llevado a cabo en el Hospital Vall d'Hebron y es la primera vez que se practica a una mujer embarazada, a la que se ha introducido un catéter por una de las arterias femorales sin intervención quirúrgica, ya que ésta suponía un alto riesgo para el bebé, que nació sano a las 37 semanas, hace dos meses.

"No dudé ni un momento de la operación porque tenía muchas ganas de tener al 'peque' y tenía la sensación de que saldría bien", recalca la paciente, Catalina, que en un futuro tendrá que volver ha hacerse una intervención para que le implanten una prótesis mecánica definitiva.

Tal como aclaró en rueda de prensa el doctor Bruno García, jefe de la Unidad de Hemodinámica, se trata de un método mínimamente invasivo que se implanta mediante un tubo comprimido, que entra por la arteria aorta hasta el ventrículo izquierdo del corazón.

A la paciente se le implantó a los 22 años una prótesis biológica, que debía reemplazarse pasados unos años. Cuando Catalina se quedó en estado la prótesis ya estaba disfuncional, pero con el embarazo dejó de funcionar del todo, de forma que tuvo que ingresar en el hospital a los cinco meses con una insuficiencia cardíaca.

Dado el período de gestación y la voluntad de la paciente, se descartó el aborto y una operación de cirugía a corazón abierto significaba, casi con toda seguridad, la pérdida del feto.

"Había muchos interrogantes, pero si queríamos salvar al niño, era la mejor vía", aseguró la doctora Maria Teresa Subirana.