Hace poco más de un año, los vaticanólogos pronosticaban que el futuro Papa debería cumplir, entre otros requisitos, el dominio de varios idiomas. Finalmente, los cardenales participantes en el Cónclave tuvieron en cuenta otros criterios y optaron por un Pontífice argentino de raíces italianas de enorme potencia comunicadora, pero que, hasta el momento, solo ha demostrado el manejo de dos idiomas: el castellano y el italiano.

El pasado jueves, en su encuentro con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, Francisco se adelantó con un jovial "Welcome, mister president" ('Bienvenido, señor presidente'). A partir de ahí, la conversación se desarrolló con la ayuda de dos intérpretes, una mujer por parte de Obama -cubierta con mantilla, sin duda como deferencia al protocolo vaticano- y un secretario de la Casa Pontificia para el Papa. Ni Francisco se maneja con fluidez en inglés ni Obama domina el castellano o el italiano. Cincuenta minutos duró la conversación, sin duda demorada por la presencia de intermediarios dedicados a la traducción.

Tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI eran consumados políglotas. En cambio, Jorge Bergoglio ni lo es ni disimula el no serlo. Si los purpurados electores estaban medianamente documentados, habrían leído uno de los libros-entrevista del entonces cardenal de Buenos Aires, publicado tiempo atrás. Bergoglio comentaba entonces que dominaba el italiano y comprendía el dialecto piamontés de su familia de origen. Sin embargo, "en cuanto a otros idiomas, debería precisar, por la falta de práctica, "los que hablaba". El francés lo manejaba de corrido y, con el alemán, me desenvolvía. El que más que costó siempre fue el inglés, sobre todo la fonética, porque tengo mal oído".

O sea, que de inglés no mucho. Además del "Welcome, mister president", consta que Francisco respondió a Obama con un "I hope" ( 'Así lo espero') en el momento del intercambio de regalos. Concretamente, cuando el Papa le entregó una copia de su exhortación apostólica "La alegría del Evangelio", que traza el programa renovador de su pontificado, y Obama dijo: "Sabe usted, probablemente lo leeré cuando esté en el Despacho Oval y me siento profundamente frustrado. Estoy seguro de que me dará fuerza y me calmará".

Lejos queda aquella costumbre de los papas anteriores de saludar a los fieles en más de 60 idiomas en fechas señaladas, como el Domingo de Pascua. El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, ha confesado que en los primeros días del Pontificado de Francisco, cuando se dio cuenta de que el nuevo Papa sabía y hablaba pocos idiomas y que se sentía a gusto solo con el español y el italiano, le entró "una fuerte preocupación". Pero no le duró mucho, añade Lombardi.

Subraya el portavoz vaticano que a Francisco no le hizo falta dominar la lengua de Shakesperare para ser elegido "Hombre del año" por la revista "Time". Conclusión: Francisco tiene "un extraordinario carisma de comunicación que compensa ampliamente el conocimiento limitado de idiomas".