Las palabras definen la realidad que vivimos, pero los hechos diarios también sirven para conformar el lenguaje que empleamos. Prueba de estas curiosas interacciones es el diccionario de la Real Academia de la Lengua, que recoge en la edición impresa que publica en octubre, trece años después de la última, numerosas entradas nuevas. Las últimas en hacerse un hueco son bótox, cameo, dron, pilates y precuela.

Los nuevos usos y costumbres sociales determinan la decisión del órgano rector de la lengua castellana de incluir estos términos en diccionario, siempre en constante movimiento para no descolgarse de la sociedad. También se han ganado su sitio hipervínculo, hacker, naturópata y serendipia.

Todas las palabras citadas pertenecen a la tanda de modificaciones realizadas en los últimos años, y que ya se podían consultar en la versión digital junto con otros términos que la Academia ha admitido por su fuerte implantación social: tuitear, bloguero, chat, friki, espanglish, SMS y tableta electrónica.

El idioma español ha sido siempre fecundo en expresiones curiosas por su exposición a las realidades sociales de ambos lados del Atlántico. Así, en el pasado, se unieron términos como béisbol, jipi, jogging, lifting, kétchup, lunch, pantis, reporte, spray, güisqui€ Mientras que de la esfera latinoamericana provienen palabras tan comunes como zoquete, colibrí, petate, papa, cacique, tomate, tabaco, macuto, tángana€

La Academia se toma su tiempo hasta comprobar que las palabras nuevas que van surgiendo están consolidadas. Por eso, todavía es pronto para saber si serán incluidas o no en futuras ediciones del Diccionario voces coloquiales tan simpáticas como pibón y choni, y otras como link, cronopio, clicar, teocentrismo, identitario, retroalimentar o vintage.

Fuente de polémica en torno a la obra de la Real Academia suelen ser, además, las palabras con connotaciones racistas o sexistas y que la RAE considera que no es conveniente eliminar por razones de su arraigo y porque su significado negativo no está asociado con su origen. Así, continuarán insertadas palabras como ´mariconada´ -"mala pasada, acción malintencionada o indigna contra alguien"-, ´gitanada´- adulación, chiste, caricias y engaños con que suele conseguirse lo que se desea- y ´judiada´, definida como una "acción mala, que tendenciosamente se consideraba propia de judíos" y que el secretario general de la RAE, Darío Villanueva, considera "más fina que cabronada o putada".