El vinilo, también conocido como elepé (LP), parece tomar impulso en una época especialmente mala para la música. A sus seguidores de siempre se ha unido un público que creció ya cuando el CD había desterrado a las 33 revoluciones por minutos y hoy ha pasado de ser un objeto de coleccionistas melómanos a estar de moda. Según un estudio de "Billboard", revista estadounidense especializada en música, las ventas en vinilo crecieron un 31,9% el pasado año, mientras que el CD perdía un 14,5% respecto al anterior año. Por ello, cada vez son más los artistas que apuestan también por este formato, aunque no para todos sea asequible editar en vinilo.

"Hoy es muy difícil editar en vinilo porque resulta más caro que el CD, pero da caché a quienes hacemos música. Gusta que las novedades estén en vinilo y en CD", afirma Mandi García, que además de trabajar en el departamento de discos de El Corte Inglés, es músico. El excomponente de grupos como Astarot y The Mirage, que acaba de iniciar su carrera en solitario, tiene cerca de 3.000 referencias en vinilo. "Lo que compro es para oírlo también. No se trata de llenar las estanterías. Además, da un placer enorme tener las discografías completas de los artistas que te gustan", asegura. Entre las que él posee se encuentran las que editaron en España The Beatles y Rolling Stones.

Según Mandi García, "High Hopes" de Bruce Springteen, "MTV Unplugged" de Scorpions y la discografía remasterizada de The Beatles son los más artistas y grupos extranjeros más demandados en este formato, mientras que en España encabezan la lista los últimos trabajos de Bunbury y Extremoduro. "Cualquier artista que ofrezca un box set, cajas especiales que incluye también el CD y contenido extra, tienen demanda", añade el empleado de esta superficie, que el pasado mes de noviembre amplió la sección que dedica al vinilo, del que ofrece más de mil referencias en estos momentos.

"El vinilo siempre ha tenido su público fiel, aunque lo cierto es que ahora existe un público joven, aficionado a la música y con cultura musical, al que le gusta tener las grandes obras en formato original, que recupera la filosofía vintage", comenta Mandi García, que añade que el vinilo no es solo el contenido, sino todo el conjunto. "En los setenta y ochenta se contrataba a artistas para hacer las portadas y se discutían. Hay todo un trabajo detrás, además del musical. Los coleccionistas de discos antiguos, por ejemplo, se fijan en si ese vinilo tiene más o menos créditos, si viene con la carpeta abierta o cerrada...", explica.

Según Suso Hidalgo, de Elepé, el resurgir del disco de 33 RPM comenzó hace unos diez años, aunque reconoce que ahora se ha puesto de moda. Su presencia en anuncios de televisión y en el cine, y el boca a boca han favorecido el auge que parece vivir este formato, que está sumando entre sus filas a seguidores cada vez más jóvenes. "Es cierto que ahora hay chicos de 17 o 18 años, que no han conocido el vinilo, y que prefieren adquirir la música que les gusta en este formato", explica Hidalgo, quien añade que no hay un perfil único del comprador de vinilo, aunque reconoce que la mayoría son varones y su edad ronda entre los 25 y los 40 años.

Sin embargo, la crisis también afecta al sector del vinilo, ya de por sí minoritario. "Se vende, pero ahora hay que cubrir otras necesidades", explica Hidalgo, quien relativiza la caída de las ventas en música. "Nosotros estamos más centrados en lo que hacen los grupos de Vigo y siguen vendiendo igual. Lo que no venden son los artistas que llevaban años cantando la misma cancioncilla"; asegura.

Para Samuel López, de Honky Tonky, el otro "templo del vinilo" de Vigo, el repunte del disco de 33 RPM coincide con el inicio de la caída de las ventas del CD, aunque matiza que no puede hablarse de auge ya que sigue siendo un mercado minoritario. "El vinilo comenzó a repuntar hace unos ocho o diez años y coincide con la caída del CD, aunque estos suponen cerca de un 20%, las descargas un 40 y el vinilo solo un 1 o 2%"; explica el encargado de esta tienda,

En cuanto al coleccionismo discográfico, explica que puede alcanzar precios astronómicos, dependiendo de factores como su rareza o su tirada. Por ejemplo, por el disco "Double Fantasy" (1980) de John Lennon y Yoko Ono que Mark David Chapman ofreció a Lennon para que se lo firmara horas antes de que lo asesinara se pagaron 300.000 euros en 1999.

Pero el repunte del vinilo no se debe a un aumento del coleccionismo, sino al consumidor de música. "Ahora vienen más chavales jóvenes interesándose por el vinilo, además del comprador de edad media interesado en los grandes clásicos", asegura López. Así, al vinilo le quedan muchas vueltas que dar aún.