"No queremos vivir con incertidumbre, lo queremos tener todo controlado. El antídoto sería vivir el presente porque el futuro no existe, es una construcción mental". Eso afirmó ayer en el Club FARO el periodista Gaspar Hernández, director del programa de psicología "El oficio de vivir", en Cataluña, ante un público que rebosaba el auditorio vigués del Areal. Su charla, "Vivir sin miedo (cuando la ansiedad te paraliza)".

Presentado por la periodista de Televigo María García, no predica Hernández que tengamos que ser unos irresponsables cara al futuro pero sí que debemos aprender a vivir el presente, poner nuestros sentidos más en lo que está sucediendo a nuestro alrededor "Y la meditación es una vía terapéutica, una herramienta para vivir mejor consigo mismo y con los demás. Eso no obliga a tomar la postura del loto sino a tomar conciencia de lo que pensamos entre los 40 o 50.000 pensamientos que nos fluyen cada día".

Autor de "La terapeuta " en la editorial Planeta, piensa el periodista y director del programa de psicología que tenemos la mente muy "caótica, colapsada y sucia" por multitud de pensamientos negativos que nos llegan del entorno. "Estamos escuchando todo el día -dijo- a personas tóxicas que no paran de quejarse, o noticias tóxicas porque los medios siempre destacan las malas... y no podemos dejar que nos contagie ese entorno. La novela también pretende ser una denuncia de cómo, saturados de información, estamos paradójicamente cada vez más desconectados de la realidad o maliciados por ella".

Ayuno de noticias

Asevera el escritor que, como consecuencia de los años de crisis, en España se ha incrementado el miedo entre la población, especialmente a perder el trabajo y a lo que comporta dejar de percibir una retribución salaria, pagar la hipoteca... y recomienda de vez en cuando un "ayuno de noticias", además de proclamar, contundente, que "la auténtica libertad es vivir sin miedo".

La sociedad está más enferma psicológicamente de lo que nos creemos, según él. " Los años de crisis han producido un gran nivel de sufrimiento subterráneo. En las consultas el mayor problema que se presenta es la ansiedad. Y la ansiedad es miedo. Un miedo que puede ser interno, a no dar la talla; o externo, que es esa impresión general de que llega el apocalipsis".

Según el autor «en nuestra sociedad, el miedo condiciona la economía, los trabajos y los hábitos. Nuestras conductas, nuestras relaciones. Y del miedo surge la ansiedad. "La angustia está relacionada con el pasado, con cosas no resueltas. La ansiedad, con la anticipación del futuro. Uno de los motivos por los que nuestra sociedad está enferma es su obsesiva anticipación del futuro: el miedo a perder el trabajo. El miedo a lo que acontecerá pero aún no ha acontecido. El miedo a lo que quizá nunca acontecerá. Contratamos todo tipo de seguros, por si acaso. Pero el miedo es un ilusión, cuando pasamos de la palabra a los hechos y lo afrontamos, desaparece. ¿Qué haría yo si no tuviera miedo? En esa respuesta podría estar el núcleo de lo que debemos hacer"..

Nunca en la historia se había dado tanta importancia al yo como ahora, afirma el periodista. "El actor de mi novela quiere gustar a todo el mundo y ese es un camino directo a la ansiedad también. No tienes que vivir la vida de los demás sino la tuya, no en función de lo que dicen los otros de ti sino de lo que tú piensas. No puedes ser demasiado autoexigente, perfeccionista de más. Como antídoto sirve "el descontrol, pero en el buen sentido de la palabra, en el de ser consciente de que no se puede tener la vida controlada al cien por cien, porque la vida, a menudo, tiene sus propios planes, sin que sean los nuestros. Hay que dejarse fluir con la vida".

A su juicio, este hecho, "genera una ansiedad, que en muchas ocasiones no se trata médicamente y que se vive de una forma silenciosa, subterránea, lo que me interesaba poder tratar de forma literaria, porque, además, como lector me parecía que no lo había leído".