La canciller alemana, Angela Merkel, ha tenido un accidentado comienzo de su tercer mandato al frente del Gobierno alemán, ya que, según pudo saberse ayer, se fracturó la cadera antes de fin de año cuando practicaba esquí de fondo en Suiza. Merkel, que presume de ser una consumada esquiadora, tendrá que anular buena parte de su agenda de trabajo durante las próximas tres semanas. El accidente de Merkel, de 59 años, fue mantenido en secreto hasta ayer, pero la inminente obligación de reanudar su agenda oficial obligó a su portavoz, Steffen Seibert, a revelarlo.

Merkel padece "una contusión grave asociada a una fractura incompleta en el anillo pélvico posterior izquierdo", según informó Seibert, quien explicó que la líder de los democristianos alemanes se cayó mientras esquiaba en el valle alpino de Engadina, cerca de Saint Moritz.

En un principio la canciller pensó que tan sólo sufría una simple contusión, pero el pasado viernes, ya de regreso a Berlín, decidió acudir a su médico. La canciller, que debía retomar esta semana el trabajo tras las vacaciones de Navidad, tenía previsto viajar mañana, miércoles, a Polonia y el jueves debía recibir al primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel, dos citas que ya han sido anuladas.

Su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), ha aplazado por su parte la convención con la que iba a iniciar este viernes el curso político, a la espera de que la canciller se recupere. No obstante, su portavoz ha indicado que Merkel sí presidirá mañana la reunión del Consejo de ministros, una cita considerada importante porque en ella debe crearse una comisión gubernamental para analizar el impacto de la inmigración en Alemania. Esta cuestión ha hecho saltar las primeras chispas en el Gobierno de coalición entre democristianos y socialdemócratas que Merkel preside desde el pasado 17 de diciembre.

El portavoz de Merkel garantizó que la canciller seguirá trabajando desde casa en las tres semanas en las que, por prescripción médica, deberá guardar reposo, a ser posible tumbada, y en las que necesitará apoyos para andar. Para hoy, martes, se esperan las primeras imágenes de la canciller tras su accidente, previsiblemente con muletas.

No será la primera vez que los alemanes vean a su jefa de Gobierno con muletas. En marzo de 2011, Merkel se operó el menisco de la rodilla izquierda y también necesitó usarlas durante varios días para caminar. En aquella ocasión, sin embargo, su agenda no resultó alterada.