El Rey don Juan Carlos cumplió ayer 76 años y celebró su aniversario en la intimidad, como suele ser su costumbre. El Monarca presidirá hoy, día de Reyes, la celebración de la Pascua Militar. Será su primera actividad oficial fuera del palacio de la Zarzuela después de la operación de cadera a la que fue sometido el pasado 21 de noviembre para implantarle una prótesis definitiva en esa articulación. La última ceremonia oficial presidida por el Rey fue la jura en la Zarzuela del presidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, el pasado 26 de diciembre.

Don Juan Carlos, que estará acompañado en la Pascua Militar por la Reina y los príncipes de Asturias, abre pues un nuevo año de su vida tras dejar atrás el que ha sido considerado su "annus horribilis", en el que pasó cuatro veces por el quirófano, hubo de escuchar crecientes rumores de abdicación y soportó la presión derivada del "caso Urdangarín". Para mañana, martes, se espera que el juez instructor del caso, José Castro, anuncie si imputa o no en el mismo a la infanta Cristina. Se da por seguro que lo hará.

La ceremonia de la Pascua Militar, que se celebrará en el Palacio Real, se ajustará al estado físico del monarca, que aún necesita apoyarse en muletas para caminar y no debe pasar demasiado tiempo de pie. Como ya ocurrió en la edición del año pasado -en la que don Juan Carlos también andaba con muletas como consecuencia de una anterior operación de cadera-, el acto será más corto de lo que venía siendo habitual.

Se reducirá el besamanos a una limitada serie de autoridades (representantes del Gobierno y la cúpula militar) y los Reyes y los Príncipes presenciarán sentados parte del acto, al que acudirán el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, y los ministros de Defensa e Interior, Pedro Morenés y Jorge Fernández Díaz, respectivamente. Don Juan Carlos se levantará para pronunciar un discurso ante unos 250 invitados (entre autoridades civiles y jefes de las Fuerzas Armadas), si bien se le facilitará un atril en el que pueda apoyarse.

Los actos comenzarán a las 12.30 horas, en la plaza de la Armería del Palacio de Oriente, con los honores que rendirán al jefe del Estado varias compañías de los ejércitos de Tierra y Aire y de la Armada. Tras la interpretación del himno nacional, la Familia Real entrará en palacio para saludar a las autoridades presentes, aunque no está previsto que el Rey pase revista a la fuerza, ya que esto lo obligaría a recorrer a pie toda la plaza.

A continuación, y en la saleta Gasparini, se establecerá la línea de saludos a las autoridades. Desde ahí, los Reyes y los Príncipes pasarán al Salón del Trono, donde esperará el resto de invitados para escuchar los discursos del ministro Morenés y del propio don Juan Carlos. Finalizadas las alocuciones, y tras los preceptivos vivas a España y el Rey, la Familia Real ofrecerá un vino español a los asistentes, al que no accederá la prensa.

Los orígenes de una celebración castrense

La celebración de la Pascua Militar arranca en las postrimerías del siglo XVIII, cuando el monarca Carlos III felicitó a las tropas españolas por la recuperación de la localidad menorquina de Mahón, que se encontraba en poder de los ingleses desde la guerra de Sucesión, librada a principios de esa centuria. La primera Pascua Militar se celebró el 6 de enero de 1782. Como prueba de aprecio a sus Ejércitos, Carlos III ordenó a los virreyes, los capitanes generales y los demás jefes militares que en el día de la Epifanía reuniesen a las guarniciones a su mando para felicitarles en su nombre.

Hasta 2012, don Juan Carlos imponía en el acto de la Pascua Militar las condecoraciones concedidas a miembros de las comisiones militares. Esta tradición desapareció en 2013 "para simplificar el acto", según explicó la Casa del Rey. Un portavoz de la Casa insistió ayer en que la repetición del formato reducido no obedece a la necesidad de adaptarlo a las actuales condiciones físicas del Rey. Según la Casa del Rey el cambio de protocolo introducido hace un año tiene vocación de continuidad.