Los excesos alimenticios y el abandono de los hábitos saludables durante las fiestas de Navidad pueden tener efectos nocivos en la salud. El principal es la ganancia de peso debido a una excesiva ingesta de calorías. Pero también pueden hacer que los niveles de colesterol e hipertensión, dos factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, se disparen. Otras secuelas del desfase navideño son la pesadez o acidez de estómago, el empacho y las náuseas, y la temida resaca tras un consumo abusivo de alcohol. En este sentido, la Fundación Española del Corazón alerta de que los excesos navideños pueden aumentar el nivel de colesterol hasta en un diez por ciento y recuerda que uno de cada dos adultos españoles lo tiene ya por encima de los niveles totales recomendables.

"El principal problema de los excesos navideños es la ganancia de peso, aunque indudablemente quienes tienen problemas con el colesterol, la tensión alta y la diabetes también van a empeorar sus niveles", asegura Manuel Botana, presidente de la Sociedad Gallega de Endocrinología, que recomienda a los pacientes con estos trastornos evitar los excesos en la medida de lo posible para evitar que se agrave su enfermedad.

Para contrarrestar los efectos nocivos de estos excesos, los especialistas gallegos en nutrición recomiendan adoptar hábitos saludables. "¿Qué podemos hacer? Retomar cuanto antes una correcta higiene dietética, consumiendo la suficiente cantidad de vegetales y frutas, y hacer ejercicio en la medida de las posibilidades", aconseja el especialista, que recuerda que la alimentación es pieza clave para la salud. En este sentido, recuerda que la revista "Lancet" publicó recientemente un estudio que constataba que caminar diariamente 2. 000 pasos, lo que equivale a un paseo de veinte minutos, reduce un 8% el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

Perder peso es uno de los propósitos del nuevo año. En esto coinciden los especialistas gallegos consultados. Otra cosa son los métodos para lograrlo, no siempre recomendables. El presidente de esta sociedad científica recomienda perder peso de forma progresiva y no recurrir nunca a las denominadas "dietas milagro" que, además de tener un efecto rebote -cuando se abandonan la probabilidad de recuperar más peso del perdido es elevada-, pueden conllevar graves problemas para la salud. "Especialmente desaconsejable son las dietas proteinadas porque tienen muy poca fibra y demasiado aporte de nitrógeno, que puede ocasionar trastornos intestinales, cáncer de colon y problemas renales", apunta el endocrino.

La nutricionista viguesa Amil López Viéitez, autora de la "Dieta coherente", reconoce que al finalizar estas fiestas hay un repunte del número de personas que inician una dieta y que muchas quieren perder peso en un tiempo récord, algo que desaconseja. Esta especialista recomienda una dieta rica en frutas y hortalizas frescas, carnes blancas, cereales integrales, y evitar los dulces y las carnes rojas para recuperar el equilibrio tras los excesos de estas fiestas. Propone además, un caldo depurativo para eliminar las toxinas, cuya receta está disponible en su web, dietacoherente.com, un espacio con consejos dietéticos y donde los seguidores de este método pueden, además, compartir su experiencia, recetas y otro tipo de información que pueda servir de ayuda para no decaer en el intento de adquirir unos hábitos alimenticios más saludables, según la nutricionista.

"Los excesos navideños generan radicales libres que aceleran el envejecimiento y el exceso de calorías se convierten en kilos de más y sobrecarga de toxinas", alerta. ¿Y cuáles son los síntomas de la acumulación de toxinas? Según López, cansancio, orina más oscura, piel apagada, acidez, gases, malas digestiones, estreñimiento y mal aliento, entre otros.

Reconoce, sin embargo, que aunque perder peso sea una de las metas para el año que empieza, muchos la abandonarán. "Todas las dietas funcionan al principio, pero fallan en que no sirven para que la persona adquiera unos hábitos para organizarse y la abandonan, lo que provoca un remordimiento y el remordimiento también engorda", explica la dietista, que añade que seguir una dieta no significa pasar hambre. "Al contrario, si pasas hambre es que algo falla".