Su triunfo contra el régimen de segregación racial ("apartheid") en Sudáfrica hizo de Nelson Mandela un símbolo de esperanza y reconciliación en todo el mundo. Sin embargo, su victoriosa lucha política, que le llevó de las prisiones a la presidencia del país en solo cuatro años, de 1990 a 1994, estuvo lastrada por una serie de conflictos familiares para ver quién sacaba más provecho de la gestión de su importante herencia económica, amasada durante años gracias a la fuerza de la marca "Mandela", que los expertos bursátiles de Johannesburgo consideran que es la tercera marca registrada más conocida del planeta tras Coca-Cola y Apple.

La marca con el nombre del líder sudafricano no solo la explota la familia del expresidente fallecido y su Fundación, sino también un gran número de comerciantes sudafricanos y firmas de todo el mundo a través de internet.

La Fundación Mandela cuenta con 66 marcas registradas, entre las que se encuentran "Mandela", "Madiba" y "Nelson Mandela", con derechos en los sectores de la joyería, la numismática, la fabricación de muebles y la decoración, los servicios financieros, la producción audiovisual o la ropa, uno de los más lucrativos, entre otros. La fundación, uno de cuyos principales objetivos ha sido la lucha contra el VIH y el sida -el segundo hijo de Madiba, Makgatho Mandela, murió por el VIH en 2005, a los 54 años- se ha financiado desde 2000 a 2010 con la organización de los conciertos promocionados bajo el título de "46664" -en alusión al número de preso que Mandela llevó en la prisión de Robben Island- ayudaron a recaudar dinero durante los primeros diez años del presente siglo.

Hasta que su salud se lo permitió, Mandela había controlado estrictamente el uso comercial de su nombre, limitándolo a fines sociales en gran medida.

La fortuna de la familia Mandela se encuentra repartida en 24 fondos familiares y sus miembros poseen hasta 110 empresas en activo, que se lucran de la herencia del líder desaparecido.

Desde agencias de comunicación y espectáculos, sellos discográficos, negocios inmobiliarios, explotaciones mineras y hasta una reconocida marca de vino son algunos de los negocios administrados por el clan.

Son varios los descendientes del fallecido líder los que han sabido sacarle el jugo al apellido Mandela. Así sus nietas Zaziwe y Swati, junto a dos de sus primos, lanzaron recientemente una línea de ropa con referencias a la autobiografía de su abuelo bajo la marca LWTF. Un acrónimo que hace referencia al título de la biografía escrita por Mandela Long Walk to Freedom ("El largo camino a la libertad"). Las camisetas, jerseys, blusas y todo tipo de complementos incluyen estampados con la firma del Nobel de la Paz y su rostro.

Ambas, además, han protagonizado en los últimos meses el programa Being Mandela (Ser un Mandela), un "reality show" en el que las dos jóvenes ricas muy pijas muestran sus relaciones con chicos o con las dependientas de sus tiendas de ropa. El programa, emitido por la cadena Cozi TV -una filial de la NBC- en EE UU, y por la Fox en Sudáfrica y otros países del hemisferio sur de habla inglesa, ha sido muy criticado por no promocionar precisamente los valores de humildad que han caracterizado a su abuelo.

En vida, la relación entre el expresidente y sus hijas, Makaziwe, hija de Evelyn, su primera esposa, y Zenani, hija de Winnie, su segunda mujer, fue bastante tensa. En 2004, el propio Madiba fue a juicio al asegurar que ambas mujeres le hicieron firmar aprovechando su enfermedad la cesión de sus derechos y sus marcas a la empresa Tinancier, de la que son directoras. La firma comercializa entre otros productos la marca de vino "Casa de Mandela".

Ahora, tras su muerte, ambas reclaman una herencia millonaria que, según consideran, les corresponde por derecho.

Annan: "Un ejemplo a seguir para todos los líderes"

Varias personalidades vinculadas a la ONU resaltaron ayer la manera en que Nelson Mandela inspiró al mundo tras dedicar su vida a la lucha pacífica contra la segregación racial y la discriminación, durante un homenaje en honor ex-mandatario sudafricano celebrado en la sede de Naciones Unidas en Ginebra.

Personalidades como el ex secretario general de la ONU, Kofi Annan, o la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los derechos humanos, Navi Pillay, destacaron aspectos y anécdotas de la vida de Mandela en este acto, en el que se guardó un minuto de silencio y se encendieron velas como tributo a la figura del expresidente sudafricano.

"El ejemplo de Mandela es el que todos los líderes deberían seguir", afirmó Kofi Annan, que recordó cómo Mandela solía dirigirse a él con una "gran sonrisa" y le llamaba "jefe" cuando ejercía el cargo de Secretario General de la ONU.

Por su parte, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, dijo en un vídeo realizado para la ocasión, que Mandela "fue un campeón de los derechos humanos" .