Reconocen que es un diagnóstico que asusta y que el proceso es largo y duro, pero también destacan que en ese camino incierto también se aprenden muchas cosas, entre ellas, a vivir la vida de otra manera, "a mordiscos", como dice Matusa Cerezal. "Tardé al menos dos años en pronunciar la palabra cáncer", reconoce esta viguesa. Hoy, ocho años después, ve la enfermedad como parte de su experiencia vital y ayuda, con su testimonio, a otras mujeres que están pasando por su misma situación de miedo e inseguridad. "Se crea una empatía que no logramos los demás porque ellas han vivido lo mismo", reconoce Cristina Alonso, psicóloga del programa "Mucho por vivir" de la Asociación Española contra el Cáncer de Vigo, cuyas usuarias, entre otras actividades, confeccionan los "cojines solidarios", destinados a paliar las molestias del postoperatorio a las mujeres mastectomizadas.

Como el propio cáncer, cada paciente es un mundo y cada una aprende a enfrentarse a la enfermedad con sus propias armas. Concha Romasanta tiene un hijo autista que depende de ella y esto es lo que da fuerzas para plantarle cara al cáncer. Ni siquiera las sesiones de quimioterapia mermaron su resistencia. "Mi hijo me necesita. Por eso no puedo decaer", afirma. Ahora va a comenzar las sesiones de radioterapia y, aunque reconoce que le producen cierto temor, continúa firme en su propósito de no decaer.

Rodearse de personas positivas es fundamental para mantener alto el ánimo, asegura Marta González, uruguaya residente en Vigo. "Para mí, mi marido y mi hija fueron fundamentales, y el resto de mi familia, que aunque está lejos la sentí siempre muy cerca", asegura Marta, que está pendiente de la reconstrucción mamaria. "Desde el principio tuve claro que eso formaba parte de todo el proceso. Es también una forma de cerrar el círculo", comenta.

Loli García, sin embargo, ha asumido la pérdida de su seno derecho. "Con la prótesis no me veo mal y prefiero no pasar otra vez por quirófano", afirma esta mujer, que asegura que la enfermedad también le ha traído cosas positivas, una de ellas, las mujeres que ha conocido durante el tratamiento, enfermas también. Loli reconoce que a pesar de notarse un bultito y tener molestias esperó a su primera mamografía de cribado, una prueba que recomienda fervientemente. "La prevención es importantísima", afirma.

El Programa Galego de Detección Precoz do Cancro de Mama de la Consellería de Sanidade exploró en los primeros seis meses del año a 76.663 mujeres de entre 50 y 69, cifra que supone una participación del 80,76%. Tan solo el 3% (2.306) fueron remitidas a una unidad de diagnóstico y tratamiento para completar las pruebas y obtener un diagnóstico definitivo. Por otra parte, la demora media para hacerse una ecografía de mama en Vigo es de dos días, según el gerente del Área Sanitaria de Vigo, Mario González.

Sabores solidarios - La venta del libro "Los sabores azules de las rías" en los centros de El Corte Inglés en Galicia ha conseguido 5.710 euros para la Asociación Española contra el Cáncer (ACC). Ayer, el responsable de comunicación del área comercial, José Manuel Blanco, y el autor del libro, Alfonso Díaz, hicieron entrega del cheque a las representantes de la ACC.