La Axencia Galega de Industrias Culturais (Agadic) dio ayer a conocer el listado de once creadores audiovisuales que recibirán la ayuda al talento. La subvención se sitúa en 5.000 euros para aquellos que desarrollarán un guion; y en 6.000 para los que acometan un cortometraje.

Los autores beneficiados, si no quieren perder la ayuda económica, deberán entregar su trabajo a la Consellería de Cultura en un tiempo récord, 32 días.

Dos de las beneficiarias de las ayudas, Olaia Sendón y Sandra Sánchez, confían en que Agadic amplíe el plazo. "Sería lo más razonable. Creo que las bases están mal planteadas. Escribir un largometraje en un mes es complicado; por eso creo que se debería aumentar", indicó Sánchez tras ser preguntada por este diario. La joven prepara su primer filme de ficción tras el éxito del documental Tralas luces que cautivó en festivales como San Sebastián.

Por su parte, Olaia Sendón reconocía que "agora toca o sprint final para acabar o proxecto. Agardo que nos dean algúns días a maiores". En su caso, Sendón debe presentar un corto acabado con el título Klaufland, mercado de oportunidades.

El origen de la pieza arranca de una instalación ideada por Sendón años atrás y que se expuso en el Macuf de A Coruña y en el Kunstverein graz de Regensburg, en Alemania.

La realizadora ha ido adelantando trabajo grabando cenas con amigos en las que cocina recetas antiguas, algunas de su abuela para reafirmar la importancia de la memoria; y en las que los invitados hablan de su situación personal. "Quero ofrecer unha reflexión sobre a miña xeración, a xente que naceu entre 1975 e 1985, xente que creceu escoitando que se estudiaba, ía ter un abano de posibilidades cheo. Iso choca coa realidade e a parálise que vivimos. O 60% da miña pandilla está no paro", explica la joven viguesa afincada en A Coruña donde da clases en la Escola de Imagen y Sonido.

La idea de Olaia Sendón es usar este corto como base para un futuro largometraje sobre este mismo tema.

Por su parte, la directora gallega Sandra Sánchez escribirá el guion de A nadadora, una historia de iniciación de una chica de un pueblo costero gallego que se ve "abocada a una situación complicada".

Sánchez tiene previsto relatar la historia con una fusión de géneros desde el drama familiar, la crónica negra y el género fantástico.