Un joven adolescente con la ropa interior por fuera, empapado en agua, o con restos de huevo por la cara. En estas fechas no resulta muy difícil encontrarse con esta estampa por las calles de las principales ciudades universitarias de Galicia. Comienza el curso y es tiempo de novatadas.

Para poner cerco a este fenómeno, y a quienes los cometen, los colegios mayores y las universidades se han unido a través de un manifiesto conjunto. La idea partió del Consejo de Colegios Mayores Universitarios de España, asociación que agrupa a 125 centros entre los que se encuentran los principales colegios mayores de Galicia, y a ella se han sumado ya distintas facultades como la Universidad Pontificia Comillas, la Complutense de Madrid, la de Navarra, Zaragoza y la San Pablo-CEU. El manifiesto, que se hará público mañana, tiene como objetivo evitar las novatadas y ofrecer alternativas de integración que consigan sustituir a este tipo de acciones.

"Lo que tenemos que tener claro es que hay que frenar las novatadas porque son un tipo de maltrato. No es que la novatada cruel sea maltrato y la novatada inocente no lo sea. Todas responden a la misma estructura injusta", afirmó la presidenta de "No más novatadas", la gallega Loreto González-Dopeso, asociación que colaboró con el Consejo de Colegios Mayores en la redacción del manifiesto.

En su opinión, una de las principales trabas para terminar con las novatadas sigue siendo la legislación. "El último contacto con el consejo fue para tratar de derogar un decreto ley de 1954 que rige los reglamentos disciplinarios en la universidad y en los que incluso se hablaba de tribunales de honor", comentó Loreto, que califica la situación de Galicia como preocupante, tanto por la cantidad de casos como por la aceptación que tienen entre la sociedad esta clase de acciones. "En Galicia hay muchísimas novatas, y además muy consentidas. El curso pasado recibimos bastantes quejas de colegios mayores de Santiago y de Coruña. Lo peor es que se dan por buenas y acaban por ser socialmente aceptadas", destacó.

Respecto a las consecuencias derivadas de las novatadas, Loreto destaca una, que termina convirtiéndose en causa, y contribuye a cerrar el circulo vicioso de las novatadas. "Los chicos terminan considerando que son buenas y que tienen derecho a hacerlas. Este es uno de los aspectos más perversos de las novatadas porque se altera el juicio socio-moral de las personas y pasan a considerar como buenas, cosas que en realidad son muy malas y responden a criterios propios del maltrato".