El equipo de científicos extraerá muestras de piel de humana y a partir de ellas generará células madre iPS con capacidad de convertirse en tejido de retina, que después sería implantado en pacientes que sufren una degeneración macular asociada a la edad. Este problema es la principal causa de ceguera en el mundo.

Tras ello y el proceso de generación de tejidos, que dura unos diez meses, el primer trasplante de retina en los pacientes con ceguera podría empezar a realizarse el verano que viene.

Los expertos coinciden en que si el experimento funciona se convertirá en una revolución de la medicina regenerativa y en la búsqueda de tratamientos para enfermedades hasta ahora incurables.