"Si las abejas desaparecieran del planeta, al hombre le quedarían solo cuatro años de vida". Esta cita atribuída a Einstein refleja el importante rol de estos insectos himenópteros para la vida humana y cuya desaparición en Galicia se cifra en más de medio millón de enjambres, en una merma progresiva registrada en los últimos 18 años -540.000 colonias, según datos de la Asociación Galega de Apicultura (AGA)-.

Para salvaguardar a las abejas, la Comisión Europea acaba de publicar en el Diario Oficial de la UE un reglamento que prohíbe el uso y la venta de semillas tratadas con productos fitosanitarios que contengan clotianidina, tiametoxam e imidacloprid; tres sustancias activas que se consideran de "riesgo agudo elevado" para las abejas. Al mismo tiempo, restringe el uso de insecticidas y plaguicidas que las contengan y que en Galicia se comercializan desde 1994, a través de varias marcas, según fuentes consultadas. La medida entrará en vigor en diciembre de este año y se revisará como máximo en un plazo de dos años.

Además de proveer de miel, las abejas son uno de los llamados "polinizadores del ecosistema mundial" -la mayor parte de la dieta humana procede de cien especies de frutas y semillas que han precisado de polinizadores-. Y esa frase que suena a maldición apocalíptica, cobra fuerza con la progresiva desaparición de las abejas en los últimos años, que han visto reducida de forma preocupante su población. Aunque el fenómeno tiene carácter mundial, los apicultores gallegos constatan la "crudeza" del descenso anual y progresivo de entre el30 y el 40% de las abejas en Galicia.

Cincuenta millones de euros

El secretario de la AGA, Xesús Asorey, por tanto, saluda la prohibición por la UE de los tres "nicotinoides", a los que acusa del descenso de enjambres y "de pérdidas en el sector de más de 51 millones de euros", pero si contamos las pérdidas sociales el importe asciende: "Este é un grande paso na boa dirección, pero moito queda por facer para que abellas e outros polinizadores sigan zumbando sen ameazas", resume irónico.

Sin embargo, la Agencia europea para la salud alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) aún señala un cuarto pesticida llamado "fipronil" y utilizado en el cultivo de maíz como peligroso para la salud de las abejas melíferas, después de Bruselas haya anunciado un veto de dos años para los otros tres plaguicidas. Los expertos de la UE han analizado los riesgos de este químico en varios cultivos y han concluido que existe un "riesgo grave" para las abejas cuando el fipronil es utilizado en el tratamiento de las semillas de maíz.

Por su parte, la AGA ultima su Mostra Galega de Apicultura, que se centrará en la cría de reinas y la producción de jalea real, un producto con una alta demanda en el mercado y que atraerá a apicultores profesionales franceses.