"La tele que fuimos" (ediciones B) analiza la tele que fomentó la 'marca España', la de la censura y la de la Transición, la de la España viva y la España muerta, la de la pública y la de las privadas. De esa tele habló Íñigo, que vuelto de Londres al final de los 60, empezó una exitosa carrera como presentador de programas como Estudio abierto o Directísimo y fue hasta los 80 el rostro más popular.

"Hoy todo vale, entonces no porque no había privadas. En una televisión comercial vale absolutamente todo. Sí, la televisión es la guerra, sólo valen las audiencias. La audiencia es dinero y son empresas que se dedican a ganar dinero. Desde poner a tarotistas que te echan las cartas para adivinar el futuro hasta porno o patio de vecindad. Están en su derecho y hacen bien. Ellos están en su derecho de ponerlo y yo estoy en mi derecho de no verlo.

Autor de incontables entrevistas a personajes tan conocidos como Ava Gardner, Rita Hayworth, Charlton Heston, Anthony Quinn o Catherine Deneuve... contó que en uno de sus directos, entrevistando al bailarín Antonio, una señora le dijo: "Yo tengo un hijo como usted". "¿Bailarín como yo?, le respondió. "No, maricón", dijo ella. "Entonces aún no se conocía la palabra gay y aquello sonó como un escándalo".

Recordó Íñigo el motorista que le llegó enviado por la hermana de Franco para que llevara a Carlos Acuña, su entrevista con Anthony Quinn o una Rita Hayworth bebida que tuvo que reducir a 4 minutos para que no se destrozara el mito, aquel Tamau que enterraron en directo una hora y media y no se asfixió, igual que soportó tan tranquilo un puñetazo de Urtain. ..