El Papa Francisco pidió ayer que los cristianos recen para que "los mafiosos se conviertan porque no pueden continuar así", un llamamiento orientado a recordar al mártir siciliano Pino Puglisi, beatificado el sábado y que fue asesinado por la Mafia. Una petición que algunos han querido enlazar con el supuesto exorcismo que el Santo Padre practicó, precisamente el domingo anterior y en el mismo escenario, en un joven en una silla de ruedas al que públicamente impuso las manos. El mal del demonio, el mal de la mafia.

Durante el rezo dominical del ángelus en la plaza de San Pedro, el Santo Padre ha aludido de esta manera a la Mafia, no solamente a la del crimen organizado, sino a las personas que están detrás de la explotación de niños y los negocios de prostitución. "Pienso en todos los dolores de hombres y mujeres, incluso de niños, que son explotados por muchas mafias, que los explotan obligándolos a hacer trabajos que los esclavizan, con la prostitución, con tantas presiones sociales; detrás de esta explotación, de esta esclavitud, están las mafias", apuntó.