Alrededor de cuatro millones de personas realizaron turismo espeleológico en España durante el año 2012 visitando alguna de las casi cuarenta formaciones que integran la Asociación de Cuevas Turísticas Españolas. Entre ellas, solo se encuentra una gallega: la Cova do Rei Cintolo, situada en el municipio lucense de Mondoñedo. El presidente del colectivo, Juan José Durán, ha lanzado la voz de alarma. En lo que va de 2013, las visitas han llegado a caer en España un 10% interanual. De continuar la tendencia, este podría ser el peor ejercicio del espeleoturismo español lo que pondría en una "situación delicada" a varias cuevas por falta de viabilidad económica situando algunas al borde del cierre.

"Hasta ahora ninguna cueva turística ha tenido que cerrarse. Se han ido manteniendo bien con un crecimiento muy rápido entre 1997 y 2007, al casi duplicar los visitantes pasando de dos millones a 4,5 millones de visitas. Este aumento se debió a la apertura de nuevas cuevas como las del Soplao (en Cantabria). Después, hubo una subida moderada estableciéndose las visitas en cinco millones para en la última etapa afectar la crisis y descender los turistas", detalla Juan José Durán.

El presidente de ACTE incide en que cada caso es diferente. "Si una cueva que recibe al año 400.000 personas baja a 300.000, la disminución la pone al límite; pero si otra cueva pasa de 25.000 a 15.000 personas..." habría que pensar en medidas advierte.

Un "caso diferente", para él, es la Cova do Rei Cintolo en Mondoñedo. A diferencia de otras como El Soplao, la cavidad galaica tiene muy restringidas sus visitas realizándose solo unos meses al año, con dos grupos exiguos de personas al día como máximo. Tal es el celo en su conservación, que ni siquiera se puede visitar todos los días de la semana en los meses que permanece abierta al público, pudiéndose reservar llamando a la oficina de turismo del concello mindoniense.

En el caso del Rei Cintolo, esta no ha sido modificada considerablemente en su interior para favorecer las visitas. Carolina Rodríguez, vocal de Espeleología del Club Montañeiros Celtas -de Vigo- recuerda cómo esta organización se opuso años atrás "al proyecto inicial para hacerla más turística. Para nosotros, era destrozarla. Estuvimos años sin acceder a ella porque el conflicto estaba en los tribunales. Al final, el juez decidió que no siguiese adelante el proyecto con obras".

En la actualidad, las visitas son guiadas por el arqueólogo municipal Abel Vigo que presta atención no solo a las explicaciones de esta cueva formada en caliza -cuando la mayor parte del terreno gallego se asienta en granito- sino también a la preparación de los visitantes que deben poner un traje especial y casco con iluminación para acceder al interior, según explica el propio Vigo.

Debido al control férreo de visitas, en un goteo muy medido, la Cova do Rei Cintolo supera levemente los mil visitantes al año, sin descensos en la cifra. Sin embargo, este número no pone en peligro su futuro. "A pesar de parecer poco es importante para Mondoñedo y su área. La gente viene a visitarla y se queda a comer por la zona con lo que beneficia a la hostelería", apunta el arqueólogo Abel Vigo.

Se trata de visitas, sin duda, más conectadas con la espeleología como deporte que las visitas turísticas a cuevas como El Soplao o la Cueva de Nerja (Málaga). Esta última es la más visitada de las casi 40 cuevas turísticas españolas al superar ligeramente las 400.000 personas al año.

Los espeleólogos del futuro - Los casi siete kilómetros de longitud de la Cova do Rei Cintolo la convierten en la cueva gallega más grande conocida. En ella, se realizan cursos de espeleología por parte de la Federación Gallega y de diversos clubes como Montañeiros Celtas, de Vigo. En la imagen, asistentes a un curso en la cavidad, cuya visita hay que reservar con varias semanas de antelación.