Clínicas de reproducción asistida y médicos especializados aseguran que en Galicia ya hay mujeres que deciden preservar su fertilidad, mediante la vitrificación de óvulos, por razones sociales: básicamente, para retrasar la edad de la maternidad. "En los últimos meses, el 44% de nuestro programa de preservación de la fertilidad fueron mujeres que vitrificaron sus ovocitos por razones no médicas; mientras cuando comenzó el programa hace seis años, no había ninguna que lo hiciera por esta razón", asegura el director del instituto IVI de Vigo, Elkin Muñoz.

Una mujer de 40 años puede ser madre primeriza a los 30. Al menos, así lo experimenta su organismo si decide congelar previamente sus óvulos por motivos sociales, la indicación más reciente de las técnicas de reproducción asistida. "La vitrificación es una técnica totalmente incorporada a nuestra práctica diaria: hemos tenido 229 ciclos de vitrificación de ovocitos desde el inicio de 2012 hasta hoy", comenta Muñoz.

La técnica de vitrificación se ha utilizado con más asiduidad por indicación médica en mujeres con riesgo de que su capacidad de tener hijos se vea afectada por algún tratamiento -como el caso de los pacientes oncológicos- o una intervención ginecológica. Sin embargo, "cada vez es más frecuente la preservación de la fertilidad sin indicación médica", dice la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) en el "Libro Blanco de la Infertilidad".

No obstante, la responsable de la Unidad de Reproducción Asistida del hospital Fátima de Vigo, María Isabel Rivas, que atiende peticiones de dentro y fuera de Galicia, puntualiza: "Creo que en nuestro medio es más frecuente que las pacientes se interesen por esta técnica cuando tienen alguna patología médica que hace peligrar su reserva ovárica. La mayoría de las que la demandan lo hacen por razones médicas", asegura. Hablando de porcentajes, a pesar de la irrupción de las razones sociales, "la mayoría de las solicitudes de criopreservación de ovocitos son por cuestiones médicas", coincide el delegado de la SEF en Galicia, Domingo Vázquez Lodeiro.

Cualquier mujer con edad inferior a los 35-38 años que vaya a someterse a un tratamiento oncológico que pueda dañar su reserva ovárica o cualquier mujer que haya sufrido la extirpación de un ovario -por miedo a perder el otro-, puede someterse a esta técnica de vitrificación, asegura María Isabel Rivas.

También el director del Instituto IVI de Vigo aporta datos: "Hemos tenido 26 casos de vitrificación de ovocitos para preservar la fertilidad, la mayoría de ellas porque padecen un cáncer de mama, un linfoma de Hodgkin u otros tumores". Y con respecto a las razones, la estadística del IVI en Galicia es la siguiente: "De las pacientes que vitrificaron sus ovocitos en los últimos 16 meses, 160 ciclos (el 69%) se corresponden a pacientes que lo necesitaron vitrificar por baja respuesta a la estimulación de sus ovarios o por edad materna avanzada -mayores de 40 años-", asegura.

El delegado de la SEF insiste en que esta técnica debe hacerse de forma multidisciplinar, entre el oncólogo y la unidad de Reproducción Asistida. En cuanto a las garantías del éxito del procedimiento, Rivas asegura que "aunque la supervivencia de los óvulos al proceso de congelación y descongelación sea alta, hay otros factores que influyen en el éxito como son la edad de la paciente, la reserva folicular y por supuesto la calidad ovocitaria". "En los casos en los que se dan las condiciones óptimas la probabilidad de conseguir en el futuro un embarazo con los ovocitos previamente vitrificados puede estar en un 50-60%".El Grupo de Trabajo para la Preservación de la Fertilidad de la SEF asegura que la supervivencia después de la descongelación es similar a la de los ovocitos frescos (se estima en un 90%). Por su parte, la tasa de embarazo después de la transferencia de embriones generados a partir de estos óvulos ronda el 30 o 40%.

"Coste de mantenimiento"

El "Libro Blanco de la Infertilidad" preveía que el coste de la vitrificación de óvulos bajase. Sul precio varía en función de los procedimientos que incluya: estimulación ovárica, punción de los óvulos o criopreservación de los mismos. El mantenimiento de los ovocitos vitrificados también tiene costes, aunque suele ser gratuito durante uno o dos años.