El servicio de Dermatología del Hospital Xeral-Cíes de Vigo se ha convertido en el primero de Galicia en echar mano de la luz solar para combatir el cáncer de piel a través de la terapia fotodinámica. En este caso, la luz del astro rey es empleada en lugar de las fuentes de luz roja usadas convencionalmente.

La terapia fotodinámica consiste en aplicar una capa de medicamento fotosensibilizante sobre la zona de la piel con lesiones premalignas o tumores cutáneos y exponer el enfermo a la luz solar durante hora y media o dos horas. El fármaco, al interactuar con la luz y el oxígeno, destruye las células malignas y premalignas. De esta manera el paciente sólo tiene que volver al especialista tres meses después para valorar el resultado obtenido y programar una nueva sesión, en caso de precisarla.

"En Vigo, explica la dermatóloga Lidia Comba Pérez Pérez, somos los pioneros gallegos en la implantación de la terapia fotodinámica con luz solar. Llevamos unos seis meses realizándola y tenemos un reducido número de pacientes tratados hasta la fecha, unos 20; pero los resultados son muy buenos". "Ahora que mejoraron las condiciones metereológicas, señala, esperamos tener más intervenciones al venir días más propicios".

Dinamarca, la primera

El Xeral-Cíes comenzó a emplear la terapia fotodinámica con luz artificial roja en el año 2007; para después sumarse otros centros hospitalarios públicos de Santiago, A Coruña, Lugo y Ferrol, según indican los dermatólogos del Sergas Pérez y Juan García Gavín.

No obstante, no fue hasta hace poco tiempo que investigadores nórdicos realizaron estudios clínicos sustituyendo la luz artificial por la luz solar.

"Donde primero se empezó a emplear la luz del sol para este tratamiento en series amplias de pacientes fue en el Hospital Bispebjerg de Dinamarca. Eso es lo novedoso, nadie se había parado a pensar que el sol podía ser útil para esto", explica Lidia Pérez.

El empleo de esta terapia tiene sólo una pega: su alto coste. El fármaco fotosensibilizante autorizado en España es el metilaminolevulinato. Un tubo de dos gramos de esta medicina cuesta 283 euros y por el momento está financiado por la Seguridad Social.

El dermatólogo Juan García Gavín reconoce que este tratamiento es "caro" pero señala que "mucho más caros son otros". "Con esta terapia, el paciente gana calidad de vida. Antes, cada tres o cuatro meses, el paciente presentaba lesiones nuevas. Se le operaba pero volvían a aparecer. Era un círculo vicioso que ya se puede cortar con esta nueva terapia", opina.

Adiós al dolor

El uso de la luz solar en la terapia fotodinámica presenta más ventajas que el empleo de una lámpara de luz artificial. "Con la luz controlada de una lámpara, explica García Gavín, el enfermo tenía que estar en el hospital a primera hora de la mañana y esperaba con la crema aplicada tres horas. A última hora de la mañana se irradiaba la zona afectada durante 20 minutos. La principal desventaja era el dolor producido durante la irradiación".

"La mayoría de los pacientes notan un dolor acusado con la lámpara de luz roja. En una escala del uno al diez, la mayoría de pacientes refiere que el dolor es superior a cinco. Algunos incluso requieren anestesia regional y, a veces, hay que interrumpir el tratamiento, descansar y reanudar. El paciente precisa de una enfermera pendiente de él, que le distraiga mientras supervisa el tratamiento y le alivie con algo frío como un spray de agua termal. Por eso, el paciente debe estar disponible toda la mañana", detalla Lidia Pérez.

Por contra, cuando se echa mano de la luz solar en la terapia fotodinámica, el enfermo acude a la consulta donde se le aplica el fármaco y el protector solar tras analizar las zonas en peor situación. Después, se le indica que se exponga a la luz del día (no necesariamente sol directo)" para intentar resolver las lesiones.

Evitando muertes

Un fin de esta terapia es también la prevención. "Tenemos la desgracia -señala Pérez- de acumular los cánceres más frecuentes en la población, los tumores en la piel. Es un tipo de cáncer que controlado, en la mayoría de los casos no es tan agresivo como otros tumores. Una de las lesiones precursoras más frecuentes en la población es la queratosis actínica que puede transformarse en un carcinoma espinocelular (uno de los tipos más frecuentes de cáncer de piel), que puede metastizar. En los casos más desgraciados, el paciente puede fallecer".

En la actualidad, existen otras terapias diferentes a la fotodinámica para prevenir o atacar el cáncer de piel. Algunas son la crioterapia -inducir una quemadura con nitrógeno líquido-; la electrocirugía; el láser o tratamientos tópicos con distintos fármacos. "Cuando hablamos de zonas afectadas muy extensas (como la parte superior del cuero cabelludo, la calva), para el paciente pueden resultar muy incómodos esos tratamientos porque va a pasar unas semanas con la zona inflamada, con erosiones y costras", aclara la doctora Pérez.