"Los fidalgos gallegos del siglo XV morían por el ideal caballeresco", decía ayer el profesor titular de Historia Medieval en la Universidad de Santiago, Carlos Barros, en su charla en el Club FARO sobre "Hidalgos y caballeros en el Vigo medieval: los Pazos de Probén". Fue la historia de la familia de este nombre, de la pequeña nobleza originaria de la zona de Redondela, la que le sirvió de referencia para señalar un modo de entender la vida en ese tiempo de Galicia.

Una familia que, como señaló, dio nombre al actual concello "Pazos de Borbén" (por evolución de la segunda palabra de Probén a Borbén en siglo XVII), que se traslada a Vigo a finales del siglo XV, construyendo el pazo Pazos-Figueroa, el edificio más antiguo de Vigo, dónde hoy está el Instituto Camoens.

Presentado por Xoán B ernárdez, escritor e historiador, Barros explicó como, mientras los grandes señores del siglo XV (como Pedro Madruga) abandonaban el modelo caballeresco, muchos pequeños linajes de Vigo, el obispado de Tui y Galicia (que participaran en la revuelta irmandiña) seguían fieles al valor del combate, al honor familiar y a la lealtad de la caballería. "Lo necesitaban para luchar contra los primeros y asegurar la nobleza y el futuro de sus familias como hidalgos y pequeños señores", dijo.

Barros relató las hazañas "heroicas" de varias generaciones de los Pazos de Probén a lo largo del último siglo medieval en Vigo y el Sur del Galicia. El primero, García Pazos de Probén, que muere en 1410 defendiendo la bandera de los Tercios de Vigo, Tui y Orense contra los de Santiago y A Coruña (Norte contra Sur, como ahora Celta y Deportivo). "Fue yendo a la toma de Antequera cuando los gallegos del norte y sur discuten sobre quien iba delante y quien detrás", dijo.

Habló después de Diego Pazos de Probén, paje del Rey Juan II. "Vengó la muerte de su madre a manos de un (mal) fidalgo de Soutomaior, Giraldo de Montes, aprovechabdo que su padre estaba de peregrinaje a Jerusalén. Después de ser armado caballero en el Bierzo y pelear a caballo con el asesino de su madre (que era de Tui) y lograr matarlo, le da una segunda muerte en la horca por su infamia, logrando posteriormente recuperar su castillo y solar", explicó.

Vino el turno de Gómez Pazos de Probén, que defiende hasta la muerte junto con 40 peones e hidalgos, resistentes y juramentados, el castillo de Tenorio (Cotobade) en 1476, acribillado por flechas de ballesta y balas de arcabuces que Pedro Madruga consiguiera asaltando dos naves de germanos corsarios en el puerto de Vigo.

Todo por el honor y el futuro, dijo Barros, de los Pazos de Probén, que tendrán su inmediato sucesor en el hijo del héroe de Tenorio, otro Diego Pazos de Probén, que sin castillo, vasallos ni tierras, se traslada a Vigo, huyendo de Pedro Madruga. "Al parecer se enamora de la hija de su gobernador por la Iglesia de Santiago de Compostela, Alvaro Alfonso de Figueroa, pretendiendo casarse enseguida (era su forma de recuperar su posición social). Se opone la madre, diciendo que era pobre y no tenía más que las armas que portaba. Diego rapta a la novia y se casan en Ponte de Lima. Por fin son aceptados por los Figueroa y construye, hacia 1480, al citada casa-torre Pazos-Figueroa, dejándole su suegro el cargo de gobernador de Vigo. Del mismo será expulsado por una revuelta de vecinos de Vigo y labradores del valle de Fragoso, por lo que (en deshonor de su familia) mata de noche a escondidas al jefe rebelde Rodríguez Vilar. Siendo condenado a muerte en rebeldía por Fernando de Acuña, gobernador de Galicia por los Reyes Católicos. Metido después en el puerto de Vigo una aventura comercial, es asaltado por los moros que lo tienen 3 años cautivo, fue rescatado por su mujer, que en cambio ejercía florecientemente el oficio de mercader."

Así y todo, en 1589 otro Pazos de Probén llamado Gregorio será el valiente capitán de los vigueses contra la invasión de los piratas de Drake. "Algo había quedado en su sangre del valor caballeresco de sus ancestros".